COYUNTURA Y MOVILIZACION SOCIAL, por José Jiménez

COYUNTURA Y MOVILIZACION SOCIAL

Por José Jiménez

Ante la coyuntura que se anuncia la izquierda va tomando posicionamientos para asistir con el único elemento que le es efectivo, la movilización social. El diagnostico va desde el pesimismo en desanimo a un optimismo de lograr detener las políticas que hasta hoy se han aplicado, pero en el fondo del asunto es que se deberá estar a la altura de las circunstancias, poniendo a prueba su convocatoria, su iniciativa política y sus argumentos.
Al discurso de modernización de la derecha entreguista deberá anteponer el discurso de proteger los intereses nacionales, la soberanía y el uso de las riquezas naturales en bien del pueblo mexicano.
En una de las agrupaciones de la izquierda social se señala que en tan sólo tres décadas los gobiernos tiraron por la borda mucho de lo avanzado en cinco siglos de resistencias indígenas, negras y ciudadano populares; de las normativas y las instituciones sociales, producto de 200 años de lucha por la independencia económica, política y cultural.
“Bastaron treinta años de políticas neoliberales, de privatizaciones, de “reformas” estructurales; de supuestos tratados de libre comercio, de alianzas para la seguridad de Estados Unidos y Canadá, de apertura indiscriminada de mercados, para colocar los bienes naturales de la nación a punto de la extinción y el agotamiento.”
Fueron, se dice, tres decenios para desmantelar la industria, el campo, el comercio, los servicios financieros y echar por tierra los avances en la construcción de un sistema de derechos sociales, de seguridad social y de derechos humanos, conquistados al costo de la vida del pueblo mexicano.
Actualmente, alrededor de una tercera parte del territorio nacional ha sido entregado al capital extranjero por medio de la venta de tierras e inmuebles y mediante concesiones mineras, petroleras, turísticas y carreteras.
En realidad, el capitalismo neoliberal y sus tratados de seudo libre comercio se impusieron a contracorriente de la legalidad y de la voluntad popular. De otra manera, hubiera sido imposible llevar a cabo la precarización del trabajo, la desarticulación del territorio nacional, el despojo del petróleo, los minerales y la biodiversidad por parte de la oligarquía nativa, de los Estados Unidos, del Canadá, de España, principalmente.

Con un resultado de catástrofe humanitaria, se señala, la instauración de una economía del despojo, con un terrible drama social con la muerte de 200 mil personas al año por enfermedades curables, muchas derivadas de la desnutrición, además de otras más derivadas de la contaminación ambiental, de los estados depresivos y del patrón alimentario impuesto que nos colocan en el primer lugar de canceres, obesidad y diabetes a nivel mundial.
Ante estas penurias de la miseria y la desesperanza, la riqueza nacional se concentra en las manos de solo 30 familias. Según las cuentas oficiales, la pobreza agobia a dos tercios de los 118.4 millones de mexicanos que viven en el país; a casi el 80 por ciento de campesinos e indígenas, a la misma proporción de adultos mayores y a ocho millones de jóvenes sin trabajo y sin escuela.
Dos tercios o más de una Población Económicamente Activa, integrada por más de 50 millones de personas, carecen de seguridad social, debatiéndose entre el empleo precario y el desempleo, con salarios de los más bajos en el mundo. “Por si fuera poco, también somos el principal foco exportador de refugiados económicos, de migrantes forzados.”
Se dice, se requiere una opción ciudadana popular que desplace del gobierno a los responsables del desastre nacional y de la ocupación neocolonial; sea capaz de reinventar la política. En realidad esa posibilidad se viene abriendo paso desde la resistencia civil, comunitaria y popular.
“Al acumulado de la catástrofe, también corresponde un acumulado de rebeldías, proyectos y esperanzas similares a los de otros momentos cruciales en la historia de México y el Mundo. Por lo demás, las movilizaciones que sacuden al orbe nos anuncian que una nueva etapa de movilización social en nuestro país está próxima.”

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