Toma posesión Enrique Peña Nieto como presidente de México
Por Lucy Rivera
Con un gabinete integrado por personajes de gran experiencia Enrique Peña Nieto asumió hoy la presidencia de México, cargo que detentará durante los próximos 6 años. La transición presidencial se caracterizó por una formalidad impecable y una actitud cortés y respetuosa con el gobierno saliente. El nuevo presidente prometió cumplir las promesas que hizo como candidato, planteó nuevos compromisos y priorizó la seguridad nacional, la lucha en contra del hambre y la pobreza, la necesidad de la reactivación económica y el cumplimiento de la ley.
Ofreció convertir a México en una potencia mundial y ajustar la economía al nivel que el país merece pero que no había consolidado por descuidos en el diseño de la política nacional. Asimismo destacó la importancia de la democracia y reconoció el papel de los movimientos de izquierda en México que, desde el Movimiento Estudiantil del 68 tuvo un papel fundamental en la democratización de México. Llamó la atención este reconocimiento, que los gobiernos panistas de derecha despreciaron durante los dos términos presidenciales que presidieron y que la izquierda oficial del PRD, PT y Convergencia no reivindicaron con propiedad. Peña nieto destacó su compromiso con los derechos humanos, área que la izquierda y la derecha en México han abandonado ya que los partidos de izquierda en México hace décadas desaparecieron sus carteras de derechos humanos y se han centrado en operaciones electorales.
En México es conocida la tristemente legendaria demagogia de sus políticos quienes prometen el cielo y ejercen la corrupción y el autoritarismo, por lo que no podemos evaluar el próximo gobierno en base a promesas. Sin embargo, frente a una derecha desgastada y una izquierda que olvidó sus principios y la ruta de servir al pueblo, un PRI renovado, hoy en la presidencia, tiene hoy la oportunidad histórica de rectificar su negro pasado y desarrollar una política diferente sobre todo en las áreas que hoy es altamente deficiente: la vocación de servir al pueblo, la ética, la defensa de la soberanía y la democracia real.