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Óptica Ciudadana
CÁRCELES
Por José Luís Hernández Jiménez
Cuando nos enteramos, a fines de febrero pasado, de la fuga de 29 reos peligros del penal de Apodaca, Nuevo León, luego de, al parecer, haber matado a otros 40 internos, el gobierno federal aprovechó para anunciar la construcción “inmediata”, de otras 10 cárceles a su cargo destinando unos 12 mil millones de pesos.
Las respuestas a favor y en contra no se hicieron esperar. Aquellos dijeron que la medida era oportuna puesto que el origen de muchos males carcelarios, es el hacinamiento. Los otros gritaron su oposición a los nuevos penales porque “de nada servirán nuevas cárceles cuando el problema es de origen social y económico”. Ambas posturas extremas, están equivocadas. Porque, como dirían los clásicos: “Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”.
Es decir, deben construirse nuevas cárceles para atender lo urgente, el hacinamiento entre otros males. Pero sería un error quedarse ahí, cuando se sabe que la construcción de nuevos penales es o debe ser sólo una parte de un todo que, en este caso, se llama reforma al sistema judicial y no solo carcelario; Además de atender lo social y lo económico.
Deben construirse nuevas cárceles por una razón simple: las que existen, son insuficientes. Y no se puede esperar hasta que el paraíso social nos alcance.
Porque, fíjense estimados lectores (as), que en el país hay 418 cárceles: 316 de ellas son administradas por gobiernos estatales (10 de éstas, dependen del gobierno del DF que no es un Estado pero…), 90 a cargo de gobiernos municipales y 12 que dependen directamente del gobierno federal. Si todas ellas albergan actualmente a casi 231 mil presos, pudiera pensarse que dichos presos están cómodos ya que aritméticamente hablando, resulta que a cada una de ellas les toca guardar a 553 presos. Pero en la realidad no es así puesto que su tamaño y condiciones, son diferentes entre sí. Baste anotar que, aunque todas están sobrepobladas, la mitad de los presos que hay en el país, o sea, 115 mil, se encuentran recluidos en las cárceles de sólo cinco entidades federativas: DF, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora.
Por cierto, de la totalidad de presos existentes en las cárceles del país, 183,127 corresponden al fuero común y solo 47,815 al fuero federal.
Es curioso, pero esta clasificación también es origen de confusiones y malos manejos políticos. Por ejemplo, se ha oído a funcionarios del gobierno federal presumiendo que en “sus” (como si fueran de su propiedad) cárceles, no existe hacinamiento. Y alegan que cada preso tiene su cama y hasta su celda y llegan a presumir que el penal de las Islas Marías, es “un paraíso”. Algo de eso puede ser cierto, pero no dicen que muchos de “sus” presos, no están en “sus” cárceles sino en sitios locales, agravando el problema de los Estados y del DF.
Por su parte autoridades estatales y municipales, reclaman que sus cárceles albergan a presos que no les toca y exigen se los lleven de inmediato. Los fugados de Apodaca, cárcel local, por ejemplo, eran reos federales.
Creo que dichas disputas son estériles, y además provocan confusión entre la sociedad, pues la responsabilidad de los presos, todos, es del Estado y éste incluye a los tres niveles de gobierno y lo que debieran hacer es coordinarse y no echarse la papa caliente los unos a los otros ni lavarse las manos, como si no tuvieran culpa alguna. Todos son responsables de lo que acontece en las cárceles.
El hacinamiento es un problema de urgente atención. Es una bomba de tiempo…quizá muy corto. Si construyen las 10 cárceles que ya anuncian, ello podría aminorar dicho problema, bajando la presión que ya amenaza con explotar. Pero por un tiempo ya que la cantidad de presos sigue en aumento, año con año. No tanto, cierto, como en Brasil. Chile, Uruguay, Perú, Argentina, Colombia, Venezuela, …en donde su cantidad de presos aumenta exponencialmente. En esos países, dicho aumento va del 30 al 90 por ciento anual. En México ya va por el 25 por ciento. O sea, nada de qué alegrarnos.
Basta darse una vuelta por los reclusorios de la “Ciudad de Vanguardia”, la capital del país, el DF, para darse una idea de la gravedad del asunto: ¡en celdas para cuatro personas, llegan a “convivir” 20! Hay presos que duermen de pie, colgados de las rejas. ¡Imagínense! Y ello sin contar la corrupción que aparece en cada centímetro cúbico de esos lugares, y la convivencia cotidiana entre los presos, que nada tiene que ver con la rehabilitación pregonada.
Entonces, está bien que se construyan más cárceles. Pero que la medida no se quede ahí.
El sistema carcelario debe reformarse, como parte de un cambio más amplio, el del sistema judicial en su conjunto: quizá para que los que aún no tienen sentencia, la tengan de inmediato (la ley dice que el tiempo máximo para recibir sentencia es de un año, pero una tercera parte de los presos, lleva años esperándola); quizá para que solamente los reos peligrosos y/o violentos, un 50 por ciento de los presos actuales, sean los que queden recluidos y que el resto tenga la opción de pagar el daño hecho de otra manera; quizá para encontrar una forma diferente de administrar las cárceles, una forma que logre evitar la corrupción y fomentar la real readaptación de los presos; quizá para que haya cárceles privadas, como las que ya existen en Europa, EU, y otros países y en las que, al parecer, están logrando evitar vicios que en las públicas son inherentes; quizá para controlar realmente al llamado crimen organizado pues desde las cárceles, sus integrantes presos, siguen operando con comodidad e impunidad; quizá… el tema da para mucho pero…
Notitas: Una.- Este lunes 5 de marzo, muy bonitos y bien portados se vieron tres de los aspirantes a la Presidencia de México (AMLO, EPN y JVN), como rindiendo cuentas claras al Vicepresidente de los EU y prometiendole portarse bien. Mejor se vería, y en correspondencia al hecho citado, si el segundo de a bordo de nuestro Presidente, tal vez nuestro Secretario de Gobernación, acude a los EU a pedir cuentas claras a los aspirantes a la Presidencia de aquel país. Y luego que les diga: “México va a respetar los comicios de los EU y colaborará con el que gane”. Y que aclare que “se sintió mejor en la Catedral”; Dos.- Que el martes 13 de marzo, a las 19 horas, se proyecta la Película INVICTUS, que trata de una gestión concreta del Premio Nobel de la Paz, don Nelson Mandela. La cita es en Concepción Béistegui 107, Col. Del Valle, en el DF. Organiza: Por el Cambio con Dignidad AC; Tres.- Que debemos felicitar a las féminas del mundo pues el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y si no lo hacemos a todos nos va a ir mal; Cuatro.- Que el PRI cumplió 83 años y que, encorvado y con bastón, se siente joven ¿Ustedes creen?; Cinco.- Y que si no nos ponemos a hacer ejercicio de manea cotidiana, los siglos que hemos pensado vivir, van a ser de la patada.
Correo electrónico: hernandez.jimenez2010@hotmail.com
México D. F. a 5 de marzo de 2012.