PROHIBIDO ACCIDENTARSE EN NAVIDAD, columna Por José Jiménez

PROHIBIDO ACCIDENTARSE EN NAVIDAD
Por José Jiménez

Lo más terrible y triste en el día de navidad es presenciar un accidente.
Lo más terrible en el día de navidad es ser victima de un accidente. Por el dolor que se tiene, si es a uno, por la angustia que se causa a familiares y a quienes se quiere.

Si, así sucedió en esta última navidad, lo que nos llevo a varios elementos de reflexión y preocupación ante un accidente.

Hace un tiempo al abordar el tema de protección civil en la ciudad de México en el diplomado propedéutico para la Maestría, había un señalamiento tomado como premisa básica, los riesgos se construyen, los accidentes son la suma de una variedad de condiciones.

En el tramo vial que se compone en el cruce de Anillo Periférico y la Avenida Ermita Iztapalapa, lo definimos así porque los vehículos que por ahí pasan tienen que hacerlo a consecuencia de esa composición, y en donde se da la suma de condiciones que hacen un riesgo.

Vías de alta, media y baja velocidad, carril lateral a uso inmediato de trausentes, acceso y cruce para ir a las áreas deportivas que se construyeron en el que fue un amplio camellon que separaba las sentidos de vía, retornos en trébol no completo al cruce de Periférico y Ermita que hace el ir a un siguiente retorno para poder regresar, escaso sistema de semáforos que complica la vialidad y más hacen un “cuello de botella” de vehículos, retornos que hacen a vehículos salgan de alto completo al carril de alta velocidad, puentes vehiculares colocados de manera poco práctica y que siempre se dice “lo hubiera usado, hubiera cruzado por el puente”. Si, esa composición lleva a un riesgo, a un accidente.

Ese día el tío joven y su novia con tres sobrinos, dos niños y una niña, a media tarde y para jugar un rato deciden ir al deportivo construido por un gobierno delegacional desde hace nueve años en el pabellón del Periférico, cruzan la avenida sin usar el puente ya que llevan dos bicicletas los niños. El puente de paso de Periférico sobre la avenida Ermita hace que los autos incrementen su velocidad por la fuerza del motor y por la inercia al bajar, el retorno provoca a exigir que el conductor de un auto ponga mucha atención y sea suficientemente hábil ya que debe salir de golpe a superar la alta velocidad que traen los autos al bajar del puente, debe voltear hábilmente a ver que auto viene, tener a punto el accionar la velocidad y cuidar que no pase alguien al momento porque será muy complicado detenerse, es difícil hacer estos tres movimientos a la vez sino se tiene pericia.

Deciden pasar el Periférico. Se paran y ven para hacerlo. El tío y su novia con los dos niños más pequeños, uno de ellos lleva una bicicleta. El niño mayor de los tres con una bicicleta se adelanta un poco, en ese momento sale un auto volkwagen del retorno acelerando, no tiene cuidado y alcanza al niño. El tío y los demás se paralizan a casi en el segundo carril, los demás autos empiezan a bajar la velocidad y unos a pararse, en segundos y todo en un momento, el auto le pega al niño por el costado izquierdo que va con la bicicleta, le da en la pierna, estomago y su cabeza rebota en el metal del auto.

Si, si le pego. Es aventado metros más, cae y esta atarantado por el fuerte golpe, los otros al hacer que los demás se detengan, logran protegerlo, lo arrastran, lo jalan, lo llevan como guiándose buscando protección todos a la banqueta, tiene sangre en la boca, las piernas se le aflojan, su estomago y pecho se ven muy agitados y como inflándose.

Quienes por ahí pasábamos caminando y una mujer joven detiene su auto para protegerlos de los que venían atrás, nos acercamos corriendo, rápido, jalamos al niño y a su tío que lo toma de su cuerpo como cubriéndolo para protegerlo, todos los sacamos del arroyo y les decimos que procure no moverlo, pedimos a más llamar por celular a una ambulancia.

Con la joven mujer los estabilizamos, revisamos superficialmente al niño, piernas, estomago, pecho, brazos y cabeza, no hay una fractura que pudiéramos ver, expuesta nos enseñaron, había sangre en la boca del niño provocada por el golpe y que me lleno la palma de la mano, no importaba, era la primera atención.

El tío, aun con lo fuerte del hecho no cayó en pánico y se controlo buscando proteger primero al niño, su novia veía en un momento a la niña y al otro niño que lloraban aterrados, brincando, y a los que abrace en dos ocasiones por su cabeza diciéndoles algo para calmarlos. En ese momento ya había más personas auxiliando, la vecina de la casa frente a lo cual fue el suceso abrió su puerto al tocarle y ofreció su teléfono, o lo que pidieran, – una ambulancia, le decían todos. La mujer del auto que se detuvo también marco por su celular y luego se ofreció a llevar a la novia del tío a su casa para avisar del accidente.

A todo esto primero a unos diez minutos llego una patrulla. De inmediato se coloca a abanderar y guiar el tráfico. Bajan los policías y piden datos y dan respuesta al llamado de una ambulancia, -ya lo hemos hecho. Llega otra patrulla, esta con dos mujeres policía, exploran, también piden datos y por su radio refuerzan la petición de la ambulancia, – prioriza compañera es un niño y no sabemos de más lesiones, le dice quizá por su sentido de mujer y madre a la operadora que le contesta.

Aún cuando ya asisten policías siguen nuestra solicitud, que ya es secundada por otros más que están en la banqueta o solo ven, – llámenle por favor a una ambulancia. Es una larga espera por una ambulancia. Cuantos minutos pasaron, quién sabe, pero fueron eternos, fueron muchos, pero razonando el hecho la ambulancia tardo no más de veinte minutos, lo bueno es que llego y al hacerlo queda ya la positiva posibilidad de atención de personal capacitado y entrenado para eso.

Sin embargo, fue eterno el esperar la ambulancia. Queda a la reflexión la construcción de ese riesgo, la forma y tiempo para atender una emergencia como esta, el esperar una ambulancia y que esta llegue.

Por fortuna, la valoración de los paramédicos daba algo de alivio al tío, a su novia y a los otros niños, a unos minutos más llego la madre y después su papa.

Si, los riesgos se hacen. Si, la atención a una emergencia y en último que también nos propongamos este prohibido accidentarse en navidad.

En reflexión y en ocuparnos un tanto antes, solicitar al gobierno delegacional de Iztapalapa, a su titular Clara Brugada, a titulares de las secretarias de Seguridad Pública, Transporte y Vialidad y Protección Civil, instrumentar una acción de reordenamiento y adecuación del tramo vial Anillo Periférico y avenida Ermita.

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