Óptica Ciudadana
PROPÓSITO: ¡SALUD!
Por José Luís Hernández Jiménez
¿Ustedes también, estimados lectores (as), son de los que hacen propósitos de año nuevo? Es que me he encontrado mucha gente que hasta los escribe. Y… bueno, el más importante es la salud. Si me lo permiten, déjenme recomendarles cómo construirla, porque deben saber que la salud se construye. ¿Cómo?
Fácil, día tras día, moviéndose, haciendo ejercicio. Si practican algún deporte, mejor. ¿Cuál? El que gusten y manden. La condición es que lo hagan cotidianamente. De poco sirve que hagan ejercicio solamente cuando se acuerdan o cuando se los recomienda el doctor o cuando están de vacaciones, no. El ejercicio debe realizarse a diario. Bien, otras ocupaciones les impiden hacerlo cada día, pero qué les parece ¿tres veces a la semana? Si no están acostumbrados, empiecen por hacer ejercicio un día a la semana; pero luego de un mes auméntenle a dos y a los tres meses, lograrán hacerlo tres días a la semana. Y no ingieran medicamentos; bueno, si insisten en hacerlo pues entonces les recomiendo dos cápsulas diarias, una de paciencia y otra de constancia.
Hace poco – es una anécdota – un médico de los buenos, amigo personal, el Dr. Alfredo Rustrian, quien fuera uno de los líderes de aquel gran Movimiento Médico de 1964-65, me preguntó “¿por qué no te haces un examen a fondo, de química sanguínea?”; “¿Yo?, le dije, ¡pero si me siento de pelos y nunca voy al médico!”. Está bien. Resignado atendí su recomendación y con su valioso apoyo (y el de su señora esposa, una gran química o algo así), hice lo que me dijo. Me sacaron sangre de un brazo y del otro y muestras de esto y de aquello.
El resultado me dejó perplejo (dije per-ple-jo, no se confundan). Y al doctor también pues me dijo: “Joe Luís, estás muy bien, tienes la salud de una persona de 35-40 años”. Imagínense mi satisfacción al escuchar tan buena noticia, tomando en cuenta, claro, que soy un anciano decrépito de la cuarta edad.
“Pues ¿cómo le haces?”, me dijo don Alfredo. Y que le platico de mi costumbre de hacer ejercicio diario, entre 6 y 8 de la mañana, salvo sábados y domingos que inicio a las 8 hrs. Y los detalles que ahora comparto con ustedes, mis estimados (as): Durante todo el año – y desde hace como veinte años – me preparo para participar al menos en cuatro eventos, dos de atletismo y dos de artes marciales chinas. Aquellos son dos carreras de fondo, el Medio Maratón del Día de Padre y el Maratón Internacional de la Ciudad de México; Las artes marciales son dos Retiros, de cuatro días cada uno, en los que sólo paramos para ingerir alimentos, uno de Tai Chi Chuan y otro de Kung Fu. Son eventos que animan a entrenar diario. ¿No entrenas cada día? No estas apto para aquellos. El resultado es el que vio el doctor, que no tengo achaques propios de mi edad.
Por ello, habrán notado, en mis mamotretos me la paso recomendando a mis cuatro o cinco lectores (as), que hagan ejercicio.
Y es que sus beneficios, en la persona que lo realiza cotidianamente, son mayúsculos. ¿Se los detallo? Va:
Disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial, mejorando la eficiencia del sistema circulatorio. Se aleja uno del riesgo de padecer infartos; Se logra un mejor ritmo cardiaco, lo que mejora el funcionamiento del metabolismo; Disminuye la posibilidad de padecer alzhaimer.
Aumenta la capacidad y el funcionamiento de los alvéolos pulmonares y el intercambio de gases, mejorando el funcionamiento de los músculos respiratorios; Ayuda en la menor producción de ácido láctico, la concentración de triglicéridos y de colesterol; Ayuda a bajar de peso y a mantenernos en condiciones saludables; Libera el estrés; Da serenidad; Apoya en la lubricación y flexibilidad de las articulaciones; Aumenta el flujo sanguíneo en los riñones, cosa que disminuye el riesgo de insuficiencias; Con el sudor se pierden electrolitos; Normaliza la tolerancia del cuerpo a la glucosa o azúcar; Aumenta la capacidad de utilización de grasas como fuente de energía; Se tiene mayor fuerza y resistencia a todo y mejor condición física; Mejoran los reflejos; Se fomenta una tendencia a estar esbelto (a); Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo; Multiplica la capacidad de concentración; Se liberan endorfinas que son como “drogas” naturales que producen una sensación de bienestar y exaltación de ánimo, etc., etc.
Entonces, estimados lectores (as) ¿se animan a hacer ejercicio, para tener salud (aclároles que no es para vivir siempre ni para ser joven de cuerpo por los siglos de los siglos, como anuncian en los medios de comunicación), como uno de sus propósitos de año nuevo? Así dejan de ser parte de ese 99 por ciento de mexicanos que no hacen ejercicio. Es más, si gustan hasta les imparto unas clases de lo que este anciano decrépito de la cuarta edad (o sea yo) practica, y con eso tienen. Y sean felices todo el 2012. ¿Va?
Notitas: Una: La deteriorada salud de algunos de mis cuatro o cinco lectores (as) y amistades (un chiapaneco recién infartado, un yucateco con cadera fracturada, un michoacano (aunque se dice sinaloense) sin sus cinco dedos de un pie, varios con diabetes, algunos con problemas en columna, rodillas… me obligó a escribir el presente. Ojalá se repongan pronto. Dos: ¿Vieron el articulo reciente de don Ricardo Monreal? (14-XII-11) Pues no lo lean porque le quita votos a AMLO. Entre otras ignorancias, en su texto afirma que “amor es sinónimo de bienestar y felicidad…” No es cierto. Y si confunde un concepto, puede confundir otros. Insisto en que don Peje debe exigirle más a sus ayudantes, porque da la casualidad de que don Ricardo es nada menos que el Coordinador de campaña de aquel. Tres: A mis lectores (as) – ¡ah, que ya son muchos más ¿verdad?! – gracias por haberme soportado un año más.
Hernandez.jimenez2010@hotmail.com
México D. F. a 26 de diciembre del 2011.