AUMENTA SUICIDIO DE ADOLESCENTES POR DEPRESIÓN
Por Xochitl Bustos
- Sólo el Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro atiende urgencias eficientemente en todo el país.
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100 000 adolescentes y niños acuden a consulta psiquiátrica, por primera
vez, al año.
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4 de cada 10 adolescentes han intentado suicidarse.
Recortes presupuestales han repercutido en todos los ámbitos de la salud, el área más afectada es la de atención mental de niños y jóvenes. Cada año aumentan en 30% los intentos de suicidio de niños entre 8 y 10 años y de adolescentes abarca desde los 15 a 17 años, de éstos logran su propósito más de 3000.
Con base en datos obtenidos en estadísticas de la Secretaría de Salud, el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro, de los Servicios de Salud Mental de la UNAM e investigaciones elaboradas por Organizaciones no gubernamentales, se infiere que niños y jóvenes son la población más afectada por la crisis multifactorial que vivimos hace más de 9 años.
México se ha distinguido internacionalmente por aumento de tráfico de drogas, secuestros, homicidios, inseguridad pública permanente – robo con extrema violencia en cualquier circunstancia -. Impunidad y corrupción caracterizan al país donde estàn aprendiendo a vivir el
45% de la población integrada por niños y jóvenes entre 6 y 30 años de edad.
Diariamente los titulares de diarios impresos, exhiben crímenes que en el mes pasado alcanzaron la cifra de 750 asesinatos callejeros. Las televisoras informan de uno diariamente, por lo menos, y las emisoras radiofónicas reportan 3 en el curso de su jornada.
En un ambiente de psicosis se nutren las generaciones, inermes ante las respuestas irresponsables de las autoridades. Todo lo anterior ha provocado desde miedo a salir de casa, relacionarse con otras
personas ajenas a la familia, hasta paranoia severa. Debido a incoherencia del discurso de las autoridades gubernamentales y el incremento de criminalidad, prevalecen comportamientos oposicionistas agresivos en los púberes, argumentan gran enojo respecto a las funciones de los principios éticos que deben regir las relaciones sociales –ahora vagamente llamados valores, que incluyen desde hábitos de aseo hasta disciplinas normativas como puntualidad-. No distinguen una conducta correcta prevaleciente al beneficio privado y social, entre la que conviene a las circunstancias, pese a crear víctimas o daños.
Es ya común que los niños externan verbalmente la repugnancia a los abusos de poder de los gobernantes, a la religión, por los sacerdotes pederastas y la incertidumbre por los cambios de los ecosistemas. Integra gran parte de su vida el temor a enfermedades mortales, muchos son los motivos de trastorno del sueño, lo cual provoca: pesadillas, dificultad para dormir profundamente e incontinencia de esfínteres.
Inmersos en la incertidumbre cotidiana, prevalece en niños, adolescentes y jóvenes pérdida de aceptación de la realidad, hasta angustia extrema que evoluciona en crisis psicóticas transitorias. Aumentaron en 30% los casos de niños de 8 a 12 que han sido internados debido a intento de suicidio, provocado por ansiedad extrema y agresiones sexuales.
El Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro es el único del país que atiende de urgencia, casos severos cuando surgen súbitamente trastornos de conducta y afectivos. De todos los estados de la República acuden pacientes para hospitalización y continuidad de tratamiento, de su capacidad total, éstos representan el 35% . Lo cual demuestra negligencia, ineptitud e indolencia del gobierno federal respecto a eficiente atención a la salud mental.
Es importante enfatizar las consecuencias de la carencia de centros de atención psiquiátrica en el país. Es común en quienes padecen alguna alteración aguda de conducta, que la enfermedad evolucione, lo cual provoca angustia en los pacientes, cuya única opción es recurrir al consumo de drogas y alcohol, por supuesto, la familia suele atenderlos como adictos, esto conduce a la
agudización del padecimiento mental, a la ruptura con la sociedad que los estigmatiza y margina, impidiendo su reincorporación.
Estas personas en situación de calle, generalmente padecen algún tipo de discapacidad mental, la pérdida de contacto con el medio se origina en el padecimiento, es falso que su conducta sea exclusivamente efecto de sustancias tóxicas.
En México se carece de la información indispensable para identificar padecimientos mentales. Padres de familia y profesores recurren a medidas disciplinarias inadecuadas cuando se
ignoran las causas, es comprensible. Generalmente emergen cambios exacerbados en las emociones, las respuestas no corresponden a los estímulos. En los niños repercute básicamente en la adquisición de lecto-escritura y desarrollo de habilidades matemáticas. Los adolescentes muestran agresividad y suelen recurrir al consumo de estupefacientes, además suelen abandonar su formación académica.
Llama la atención que en los jóvenes de 18 a 30 años aumenta la tendencia a la depresión debido a la ausencia de opciones para crear un proyecto de vida. Por carecer de trabajo aumentó a 60% la
tendencia mencionada.
Ocurren auténticas tragedias familiares cuando el padecimiento psiquiátrico se manifiesta con alteraciones ya fuera de cualquier control.
Sin duda, el devastado ambiente económico, político y social al que condujeron la ineficiencia de los
gobernantes, aniquila el deseo de vivir en personas sensibles. Sucede en el caso de los pacientes psiquiátricos que se potencia tempranamente la patología.
Basta señalar el caso del trastorno bipolar, son 1 millón de pacientes diagnosticados, cuyo rango se amplía entre los 15 y 20 años, frecuencia que sorprende a todos los especialistas, debido a que las estadísticas ubicaban hace 10 años, que los primeros síntomas aparecían después de los 23 años de
edad.
Del mismo modo, otras enfermedades mentales que al ser correcta y oportunamente atendidas, puede lograrse que los pacientes vivan una existencia amable y productiva. Históricamente la sociedad asocia con la esquizofrenia el más terrible padecimiento mental, lo cual es falso. En la Universidad Alberta de Canadá se han realizado durante los recientes 10 años, estudios clínicos con tecnología de vanguardia, pruebas de efectividad con distintos fármacos, terapias alternativas basadas en la práctica del arte e investigaciones tangenciales (siguen el caso desde el diagnóstico durante años) de esto, ha resultado que los pacientes recuperen digna calidad en su vida y el 70% se incorpore a un trabajo productivo y hasta logren vivir independientemente de su familia.
Se deduce entonces que la política de salud pública en México ha marginado permanentemente a los pacientes que requieren de este servicio , las consecuencias de la ineficiente estructura para atenderlos es lo que provoca también al rechazo social. Situación que condujo a que existan ya
diagnosticados, en el 40% de la población infantil, adolescente y jóvenes mayor incidencia en el suicidio y padecimientos derivados de trastornos emocionales.
Basta mencionar que en las unidades de internamiento del HPIJNN para adolescentes mujeres y varones el 90% ingresa por primera ocasión, por intento de suicidio, considerándose los casos extremos de anorexia y bulimia.
Cabe señalar que ninguna institución de salud pública – ISSSTE, IMSS, Petróleos Mexicanos – lleva a cabo un servicio integral de salud mental para niños y adolescentes, es decir, no existen unidades hospitalarias psiquiátricas, ni siquiera para adultos. Es común que se recomiende tratamiento psicológico que sólo posterga la atención adecuada.
Mediante un convenio interinstitucional son atendidos los casos de salud mental de trabajadores y sus familiares, lo que provoca excesiva demanda en los hospitales de la Secretaría de Salud. Los menores de edad llevan tratamiento durante varios años en el HPIJNN para orientación psicopedagógica hasta terapia familiar, características indispensables para el tratamiento. Los adultos acuden al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez.
Posteriormente mbos tipos de derechohabientes regresan a las clínicas de specialidades de las instituciones mencionadas sólo para que las ecetas de fármacos sean surtidas, ya que son integrados los epedientes a partir de los diagnósticos de los hospitales siquiátricos y con base en una entrevista con el especialista de la unidad.
Fueron citados fidedignamente datos de pacientes diagnosticados, de los que cuentan con servicios de salud (derechohabientes) y de los que han acudido a instituciones públicas federales. Evidentemente, es parcial la apreciación debido a que el 65% de la población no tiene acceso a servicios de salud en especialidades, lo que excluye también la atención de enfermedades mentales.
Concluyo con este panorama muy general para contestar al Sr. Felipe Calderón que es absurda y ridícula su opinión respecto a los jóvenes mexicanos, es falso que se droguen porque no creen en Dios, es carece de fundamentos su afirmación. Las jóvenes generaciones son profundamente religiosas, lo expresan en la heterodoxia inherente a nuestra cultura, hasta en los ornatos y camisetas de sus vestimentas de moda. Cientos de miles acuden a los templos de San Judas Tadeo,
cada mes, el día 28. Su fe es tan profunda que inocentemente ruegan por conseguir trabajo y la recuperación de la salud de los suyos, pues en la deprimente situación que vivimos, de la cual, usted es muy responsable, cualquiera prefiere buscar cómo romper con la realidad.
En la siguiente entrega abordaré la específica situación de las enfermedades mentales que se presentan en la infancia y acerca de su tratamiento en los hospitales de salud pública.