VEN AL XV ENCUENTRO NACIONAL DE SOLIDARIDAD CON CUBA
MORELIA, MICHOACAN
6-7 DE MARZO DE 210
acto inaugural: sábado, 6 de marzo, 9.30hrs
Casa de la Cultura,
Av. Morelos Norte # 485, Centro Histórico
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DOSSIER SOBRE LA MUERTE DEL DISIDENTE CUBANO ORLANDO ZAPATA
1. ¿Para quién la muerte es útil? por Enrique Ubieta Gómez
2. Lo que ocultan los medios internacionales: quién era Orlando Zapata
3. Declaraciones de Raul Castro sobre el fallecimiento del recludo Orlando Zapata
4. Nota de Cubainformación
5. 10 preguntas en torno a la muerte de Zapata
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(tomado de Granma, 27 de febrero de 2010
¿Para quién la muerte es útil?
Enrique Ubieta Gómez
La absoluta carencia de mártires que padece la contrarrevolución
cubana, es proporcional a su falta de escrúpulos. Es difícil morirse
en Cuba, no ya porque las expectativas de vida sean las del Primer
Mundo —nadie muere de hambre, pese a la carencia de recursos, ni de
enfermedades curables—, sino porque impera la ley y el honor. Los
mercenarios cubanos pueden ser detenidos y juzgados según leyes
vigentes —en ningún país pueden violarse las leyes: recibir dinero y
colaborar con la embajada de un país considerado como enemigo; en
Estados Unidos, por ejemplo, puede acarrear severas sanciones de
privación de libertad—, pero ellos saben que en Cuba nadie desaparece,
ni es asesinado por la policía. No existen «oscuros rincones» para
interrogatorios «no convencionales» a presos-desaparecidos, como los
de Guantánamo o Abu Ghraib. Por demás, uno entrega su vida por un
ideal que prioriza la felicidad de los demás, no por uno que prioriza
la propia.
En las últimas horas, sin embargo, algunas agencias de prensa y
gobiernos se han apresurado en condenar a Cuba por la muerte en
prisión, el pasado 23 de febrero, del cubano Orlando Zapata Tamayo.
Toda muerte es dolorosa y lamentable. Pero el eco mediático se tiñe
esta vez de entusiasmo: al fin —parecen decir—, aparece un «héroe».
Por ello se impone explicar brevemente, sin calificativos
innecesarios, quién fue Zapata Tamayo. Pese a todos los maquillajes,
se trata de un preso común que inició su actividad delictiva en 1988.
Procesado por los delitos de «violación de domicilio» (1993),
«lesiones menos graves» (2000), «estafa» (2000), «lesiones y tenencia
de arma blanca» (2000: heridas y fractura lineal de cráneo al
ciudadano Leonardo Simón, con el empleo de un machete), «alteración
del orden» y «desórdenes públicos» (2002), entre otras causas en nada
vinculadas a la política, fue liberado bajo fianza el 9 de marzo del
2003 y volvió a delinquir el 20 del propio mes. Dados sus antecedentes
y condición penal, fue condenado esta vez a 3 años de cárcel, pero la
sentencia inicial se amplió de forma considerable en los años
siguientes por su conducta agresiva en prisión.
En la lista de los llamados presos políticos elaborada para condenar a
Cuba en el 2003 por la manipulada y extinta Comisión de Derechos
Humanos de la ONU, no aparece su nombre —como afirma, sin verificar
las fuentes y los hechos, la agencia española EFE—, a pesar de que su
última detención coincide en el tiempo con la de aquellos. De haber
existido una intencionalidad política previa, no hubiese sido liberado
once días antes. Ávidos de enrolar a la mayor cantidad posible de
supuestos o reales correligionarios en las filas de la
contrarrevolución, por una parte, y convencido por la otra de las
ventajas materiales que entrañaba una «militancia» amamantada por
embajadas extranjeras, Zapata Tamayo adoptó el perfil «político»
cuando ya su biografía penal era extensa.
En el nuevo papel fue estimulado una y otra vez por sus mentores
políticos a iniciar huelgas de hambre que minaron definitivamente su
organismo. La medicina cubana lo acompañó. En las diferentes
instituciones hospitalarias donde fue tratado existen especialistas
muy calificados —a los que se agregaron consultantes de diferentes
centros—, que no escatimaron recursos en su tratamiento. Recibió
alimentación por vía parenteral. La familia fue informada de cada
paso. Su vida se prolongó durante días por respiración artificial. De
todo lo dicho existen pruebas documentales.
Pero hay preguntas sin responder, que no son médicas. ¿Quiénes y por
qué estimularon a Zapata a mantener una actitud que ya era
evidentemente suicida? ¿A quién le convenía su muerte? El desenlace
fatal regocija íntimamente a los hipócritas «dolientes». Zapata era el
candidato perfecto: un hombre «prescindible» para los enemigos de la
Revolución, y fácil de convencer para que persistiera en un empeño
absurdo, de imposibles demandas (televisión, cocina y teléfono
personales en la celda) que ninguno de los cabecillas reales tuvo la
valentía de mantener. Cada huelga anterior de los instigadores había
sido anunciada como una probable muerte, pero aquellos huelguistas
siempre desistían antes de que se produjesen incidentes irreversibles
de salud. Instigado y alentado a proseguir hasta la muerte —esos
mercenarios se frotaban las manos con esa expectativa, pese a los
esfuerzos no escatimados de los médicos—, su nombre es ahora exhibido
con cinismo como trofeo colectivo.
Como buitres estaban algunos medios —los mercenarios del patio y la
derecha internacional—, merodeando en torno al moribundo. Su deceso es
un festín. Asquea el espectáculo. Porque los que escriben no se
conduelen de la muerte de un ser humano —en un país sin muertes
extrajudiciales—, sino que la enarbolan casi con alegría, y la
utilizan con premeditados fines políticos. Zapata Tamayo fue
manipulado y de cierta forma conducido a la autodestrucción
premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas. ¿Acaso
esto no es una acusación contra quienes ahora se apropian de su
«causa»? Este caso, es consecuencia directa de la asesina política
contra Cuba, que estimula a la emigración ilegal, al desacato y a la
violación de las leyes y el orden establecidos. Allí está la única
causa de esa muerte indeseable.
Pero, ¿por qué hay gobiernos que se unen a la campaña difamatoria, si
saben —porque lo saben—, que en Cuba no se ejecuta, ni se tortura, ni
se emplean métodos extrajudiciales? En cualquier país europeo pueden
hallarse casos —a veces, francas violaciones de principios éticos—, no
tan bien atendidos como el nuestro. Algunos, como aquellos irlandeses
que luchaban por su independencia en los años ochenta, murieron en
medio de la indiferencia total de los políticos. ¿Por qué hay
gobernantes que eluden la denuncia explícita del injusto confinamiento
que sufren Cinco cubanos en Estados Unidos por luchar contra el
terrorismo, y se apresuran en condenar a Cuba si la presión mediática
pone en peligro su imagen política? Ya Cuba lo dijo una vez: podemos
enviarles a todos los mercenarios y sus familias, pero que nos
devuelvan a nuestros Héroes. Nunca podrá usarse el chantaje político
contra la Revolución cubana.
Esperamos que los adversarios imperiales sepan que nuestra Patria no
podrá ser jamás intimidada, doblegada, ni apartada de su heroico y
digno camino por las agresiones, la mentira y la infamia.
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Lo que ocultan los medios internacionales: quién era Orlando Zapata
Orlando Zapata Tamayo, de 42 años, no forma parte de los mercenarios
que fueron juzgados en marzo del 2003 (no es uno de los 75).
Cumplía una sanción conjunta de privación de libertad de 25 años,
después de haber sido sancionado en el 2004, a tres años, por Desorden
Público, Desacato y Resistencia. Su historial delictivo es el de un
delincuente común.
Desde julio de 1990, fue procesado y condenado en reiteradas ocasiones
por delitos comunes, entre ellos por Alteración del Orden, Daños,
Resistencia, dos cargos de Estafa, Exhibicionismo Público, Lesiones y
Tenencia de Armas Blancas. Ya en cumplimiento de la sanción de
privación de libertad, fue sancionado varias veces por Desorden en
Establecimiento Penitenciario y Desacato.
En el 2001, se vincula a la contrarrevolución, contactado entre otros
mercenarios por Oswaldo Payá Sardiñas y Marta Beatriz Roque.
En el 2003, ingresa nuevamente en prisión y a partir de entonces
protagoniza varias acciones violentas en ella, agrediendo físicamente
a funcionarios penitenciarios. Se negó en reiteradas ocasiones a
consumir los alimentos del penal y solo consumía los alimentos que
recibía de sus familiares.
Se declaró en huelga de hambre el 18 de diciembre de 2009, negándose a
recibir asistencia médica. No obstante, fue trasladado primeramente al
Puesto Médico del penal, posteriormente, al Hospital Provincial de la
ciudad de Camaguey, y después al Hospital Nacional de Reclusos de La Habana.
En todos los lugares, se le realizaron estudios clínicos y se le
prestó toda la asistencia médica necesaria, incluida terapia
intermedia e intensiva y alimentación voluntaria por vía parenteral
(endovenosa) y enteral (mediante levín) y se le garantizaron todos los
medicamentos y tratamientos necesarios hasta su fallecimiento, lo cual
fue reconocido por su propia madre.
El 3 de febrero, presentó fiebre que desapareció en 24 horas.
Posteriormente, se le diagnosticó una neumonía que se trató con los
antibióticos y procedimientos más avanzados. Al comprometerse ambos
pulmones, fue asistido con respiración artificial hasta su muerte.
Después de su ingreso al establecimiento penitenciario, la madre de
Zapata Tamayo, Reyna Luisa Tamayo, se vinculó a actividades de grupos
contrarrevolucionarios, por las cuales recibía dinero de
organizaciones contrarrevolucionarias que actúan en territorio de
Estados Unidos como la Fundación Nacional Cubano Americana.
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DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS
RAÚL CASTRO RUZ SOBRE EL FALLECIMIENTO DEL RECLUSO ORLANDO ZAPATA
TAMAYO, MARIEL, 24 DE FEBRERO DE 2010
Lo lamentamos mucho.
Fue condenado a tres años pero en la cárcel cometió delitos, se le
incrementó la sanción. Luego, se le llevó a los nuestros mejores
hospitales. Murió, lo lamentamos mucho.
Desgraciadamente, en esta confrontación que tenemos con los Estados
Unidos, hemos perdido miles de cubanos, sobre todo víctimas del
terrorismo de Estado. Entre muertos y discapacitados, han sido
alrededor de 5 mil, sin contar otros miles de heridos que llegaron a
restablecerse, incluyendo diplomáticos que fueron también asesinados
en el extranjero e incluyendo desaparecidos en otros países.
El día que los Estados Unidos decidan convivir en paz con nosotros, se
acabarán todos esos problemas y superaremos muchos otros problemas.
Sencillamente tenemos que acostumbrarnos a vivir respetándonos unos a otros.
Ellos dicen que quieren discutir con nosotros y estamos dispuestos a
discutir con el gobierno norteamericano todos los problemas que
quieran; repetí tres veces, en el Parlamento, todos, todos, todos.
Las discusiones no las aceptamos si no son en absoluta igualdad de
ambas partes. Ellos pueden indagar o preguntar de todas las cuestiones
de Cuba, pero nosotros tenemos derecho de preguntar de todos los
problemas de los Estados Unidos.
No le reconocemos a ningún país por poderoso que sea, ni a un conjunto
de países como podría ser la Unión Europea, derecho a inmiscuirse en
nuestros asuntos internos. No obstante, estamos dispuestos a discutirlo todo.
En medio siglo, aquí no hemos asesinado a nadie, aquí no se ha
torturado a nadie, aquí no se ha producido ninguna ejecución
extrajudicial. Bueno, aquí en Cuba si se ha torturado, pero en la
Base Naval de Guantánamo, no en el territorio que gobierna la Revolución.
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CUBADEBATE
jueves, 25 de febrero de 2010
Guillermo Nova, corresponsal de Cubainformación en La Habana.- Pese a
los esfuerzos de los médicos por evitarlo, la lamentable muerte de
Orlando Zapata ha agitado a una oposición no acostumbrada a llevar
hasta el final sus pulsos al gobierno pero sobre todo carente de mártires.
Atrás quedan en el recuerdo aquellas huelgas de hambre en las que se
comía a escondidas, o incluso se pasaba por la batidora trozos de
carne para hacerlos aparentar por zumo ante los medios de prensa, esos
mismos que lo hacían son los que hoy le lloran, porque en un país sin
torturas ni muertes extrajudiciales, necesitaban un mártir en el que
arroparse y llevaron a Zapata hasta al desfiladero para mostrarlo como
trofeo colectivo.
En huelga de hambre por un teléfono
En diciembre Zapata comenzó una huelga de hambre pidiendo unas mejoras
carcelarias, como tener una cocina y un teléfono personal en su celda,
cosas que no se tienen en ningún centro penitenciario del mundo y para
ello hizo un pulso que no podía ganar.
Reacciones
Entre las reacciones al fallecimiento se han realizado denuncias de
supuestas detenciones a lo largo del día, para evitar que los
opositores puedan llegar a Banes, ciudad donde se realizará el
entierro, entra en contradicción con que Martha Beatriz Roque, miembro
del grupo de los 75 y con una licencia extrapenal por motivos de
salud, partió desde La Habana hacia Banes en un microbús en compañía
de una decena de Damas de Blanco y Vladimiro Roca. Roque incluso
aseguró telefónicamente al diario El País que no habían tenido
problemas de movilidad o que se les hubiese impedido viajar afirmando
que se encontraban de camino al lugar.
Los grupos anticastristas reciben más de 40 millones de dólares de los
presupuestos de Estados Unidos, pero luego sus reivindicaciones tienen
nula repercusión social en Cuba y en el ámbito internacional son
obviadas por los mandatarios, llegando incluso a no ser invitados
desde hace tiempo a la propia Sina.
Prueba que la oposición clásica tiene cada vez menos credibilidad es
que el apoyo cada vez es mayor a la llamada ciberdisidencia que tiene
a la bloggera cubana Yoani Sánchez como máxima estrella, la cual no ha
desaprovechado la ocasión para hacer una moviola del caso con
declaraciones de la madre del fallecido en su blog.
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CUBADEBATE
10 preguntas en torno a la muerte de Zapata
jueves, 25 de febrero de 2010
http://cambiosencuba.blogspot.com
1-¿A quien beneficia la lamentable muerte de Orlando Zapata Tamayo?
2-¿Por qué se desconoce el prontuario de delitos comunes de Orlando
Zapata Tamayo y se le asigna la categoría de Preso Político”.?
3-¿Por qué razón ninguna organización contrarrevolucionaria del
exterior y de los grupúsculos internos, conminó a Orlando Zapata para
que abandonara la huelga?
4-¿Es verdad que cuando el contrarrevolucionario Guillermo Fariñas
protagonizó una huelga, se le trató de convencer de que abandonara su
postura con el argumento de era más útil vivo que muerto?
5-¿Por qué ahora no se hizo lo mismo?¿Es cierto que las transmisiones
de las emisoras subversivas contra Cuba incentivaron la huelga?
6-¿Es cierto que los analistas de la mal llamada Radio Martí
sostuvieron en sus análisis que la muerte de Orlando Zapata tendría un
alto costo político para las autoridades cubanas?
7-¿Es verdad que la muerte de Orlando Zapata se inserta en los planes
para propiciar la unidad en la atomizada contrarrevolución?
8-¿Qué explica que las autoridades de salud cubana en marzo del 2009,
le salvaran la vida a Orlando Zapata al extraerle una tumoración en el cerebro?
9-¿Puede un ser humano con un organismo afectado de anteriores eventos
de huelga, sobrevivir 85 días, sin una esmerada atención médica?
10-¿Cuántos niños a esta hora y este hipócrita mundo habrán fallecido
de hambre, sin haber tenido ni tan siquiera el derecho a optar por la huelga?