Cuba: Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre bloqueo estadounidense a Cuba

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores

Granma.- El lunes 4 de enero, informaciones de prensa revelaron que, a partir

de ese día, la Administración de Seguridad del Transporte de los
Estados Unidos comenzó a aplicar medidas adicionales de control de
seguridad, en todos los aeropuertos del mundo, sobre cualquier
pasajero con pasaporte de los países designados por el Departamento de
Estado como «patrocinadores del terrorismo internacional», entre los
que, arbitraria e injustamente, se incluye a Cuba, junto a Irán, Siria
y Sudán, así como de otros países considerados «de interés», que son:
Afganistán, Argelia, Irak, Líbano, Libia, Nigeria, Pakistán, Arabia
Saudita, Somalia y Yemen. Las medidas también serán aplicables a
cualquier persona que haga escala en estos 14 países.

Se informó que la decisión de imponer estas nuevas medidas fue
adoptada tras el intento de atentado terrorista contra un avión de la
aerolínea norteamericana Northwest Airlines, que se dirigía a la
ciudad de Detroit, el pasado 25 de diciembre.

De acuerdo con reportes de prensa que reproducen declaraciones de
funcionarios norteamericanos no identificados, los pasajeros que
califiquen en estas categorías serán objeto de cacheos corporales, su
equipaje de mano será minuciosamente revisado y serían sometidos a
refinadas técnicas de detección de explosivos o de escáner por imágenes.

En la tarde del 5 de enero, tras una reunión con los miembros de su
equipo de Seguridad Nacional, el propio presidente Barack Obama
confirmó la adopción, desde el día anterior, de las medidas antes
mencionadas «a pasajeros que vuelen a los Estados Unidos, desde o a
través de las naciones en nuestra lista de Estados patrocinadores del
terrorismo u otros países de interés».

Esa misma tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Sección
de Intereses de Cuba en Washington presentaron una nota de protesta a
la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana y al
Departamento de Estado, respectivamente.

En la nota, el MINREX rechaza categóricamente esta nueva acción hostil
del Gobierno de los Estados Unidos, que se deriva de la inclusión
injustificada de Cuba en la llamada lista de Estados patrocinadores
del terrorismo, por razones meramente políticas, que tienen como único
propósito justificar la política de bloqueo que la comunidad
internacional condena de manera abrumadora.

Asimismo, la nota impugna la elaboración de dichos listados y pone
énfasis en los hechos que demuestran el récord impecable de Cuba en
materia de enfrentamiento al terrorismo, del que ha sido
históricamente víctima; reitera que son totalmente infundados los
argumentos que emplea el Gobierno de los Estados Unidos para
justificar la inclusión de nuestro país en su listado de «Estados
patrocinadores del terrorismo internacional», y demanda la inmediata
exclusión de Cuba de esta lista arbitraria.

Ese mismo día, un portavoz del Departamento de Estado, al ser
interrogado por la agencia cablegráfica AFP sobre la nota de protesta
del MINREX, declaró que «Cuba es un país que apoya actividades
terroristas y por lo tanto sus ciudadanos y viajeros en tránsito aéreo
deben ser sometidos a controles suplementarios por motivos de seguridad».

A raíz de la promulgación de esta nueva medida, columnistas de
importantes medios de prensa norteamericanos, como el Washington Post,
han calificado de «ridícula» e «inmerecida» la designación de Cuba
como «Estado terrorista», al recordar que nuestro país no constituye
una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos y afirmar que
buscar terroristas en vuelos procedentes de Cuba «es una pérdida de tiempo».

De nuevo, el 5 de enero de 2010, el portavoz del Departamento de
Estado, Philip Crowley declaró que Cuba tiene «bien ganada» su
designación como «Estado patrocinador del terrorismo». Un día después,
el 6 de enero, otro vocero reiteró a la agencia AFP los desgastados
pretextos que supuestamente justifican mantener a Cuba en la lista terrorista.

Como parte de su política de hostilidad y de sus campañas de
propaganda para tratar de desacreditar la imagen de la Revolución, en
1982 el Gobierno de Ronald Reagan incorporó injustamente a Cuba en la
lista anual del Departamento de Estado sobre los «Estados
patrocinadores del terrorismo internacional», mucho antes de que se
produjera el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York.

La inclusión de Cuba en ese listado conllevó la aplicación de nuevas
sanciones económicas, incluyendo el congelamiento de transacciones
financieras, prohibiciones de transferencias de tecnología y medidas
restrictivas y de aislamiento contra el país y sus ciudadanos. Estas
sanciones se sumaron a las ya draconianas medidas impuestas por el
bloqueo económico, comercial y financiero decretado desde inicios de
la Revolución.

Cada año, el Gobierno de los Estados Unidos ha mantenido a Cuba en esa
lista, para lo cual ha utilizado diversos pretextos, todos
insostenibles y sin poder presentar la menor evidencia de
participación de nuestro país en acto terrorista alguno.

El 30 de abril de 2009, la administración de Obama ratificó la absurda
presencia de Cuba en esta lista, reiterando que «el gobierno cubano
continúa brindando refugio seguro a varios terroristas», que «miembros
de ETA, las FARC y el ELN permanecieron en Cuba en 2008» y que
«continúa permitiendo que algunos fugitivos de EE.UU. vivan legalmente
en Cuba», lo que fue rechazado enérgicamente por el Ministro de
Relaciones Exteriores y motivó una reflexión del compañero Fidel
emplazando a Estados Unidos a discutir sobre el tema.

Cuba ha hecho públicos en el pasado suficientes elementos que
demuestran la falsedad y el carácter manipulador de estos pretextos,
tal como se reflejó exhaustivamente en la Declaración del Ministerio
de Relaciones Exteriores, «Cuba no tiene nada que ocultar ni nada de
que avergonzarse», emitida el 2 de mayo de 2003.

La presencia no gestionada por Cuba de varios miembros de la
organización vasca ETA que estaban exilados, se originó en una
solicitud de los gobiernos concernidos en el tema, con los que se
alcanzó un acuerdo, hace más de un cuarto de siglo, mediante el cual
viajaron a Cuba un pequeño grupo de militantes de esa organización.
Cuba estableció la regla estricta de que cualquiera de los miembros
del grupo aceptado que saliera del país, no podría volver a entrar a
territorio cubano.

Los miembros de ETA residentes en Cuba nunca han utilizado nuestro
territorio para actividades de esa organización contra España ni
contra ningún otro país. Cuba ha cumplido escrupulosamente con el
espíritu de aquel acuerdo. El tema de la presencia de miembros de la
ETA en Cuba es un asunto de índole bilateral, sobre el cual se han
mantenido contactos con el gobierno de España. El Gobierno de los
Estados Unidos no tiene derecho, ni autoridad, para inmiscuirse en
estos asuntos, que en lo absoluto lo involucran, ni mucho menos
afectan su seguridad nacional, como tampoco afectan la seguridad de
ningún otro Estado.

En lo que respecta a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, como se
conoce, tanto el gobierno colombiano como estas fuerzas guerrilleras
coincidieron en solicitar a Cuba, en su momento, su participación en
el proceso de paz. En ese marco, Cuba ha sido parte del Grupo de
Países Facilitadores del diálogo y del Grupo de Países Amigos para las
Conversaciones de Paz, y ha servido de sede de varias rondas de negociaciones.

La postura transparente y la ayuda del gobierno cubano al proceso de
paz han sido reconocidas públicamente, no solo por las FARC y el ELN,
sino por la ONU y el propio gobierno colombiano.

En relación con la presencia en Cuba de fugitivos de la justicia de
los Estados Unidos, vale reiterar que en nuestro territorio jamás han
encontrado amparo, ni residen terroristas de ningún país. Cuba ha
ofrecido legítimamente protección y asilo político a algunos
luchadores por los derechos civiles norteamericanos.

También residen en Cuba otros ciudadanos norteamericanos que
cometieron delitos, sobre todo de secuestros de aviones, a quienes se
juzgó y sancionó con severidad y, tras cumplir sus sentencias,
solicitaron permanecer en el país. Fue el gobierno de Cuba quien
adoptó las medidas pertinentes que pusieron fin definitivamente, en
los años del gobierno de Carter, a los secuestros de aviones, un
flagelo que se originó en los propios Estados Unidos.

Por el contrario, ha sido el Gobierno de los Estados Unidos el que ha
recibido en su territorio, desde el triunfo de la Revolución, a
centenares de delincuentes, asesinos y terroristas, ignorando las
solicitudes formales de devolución presentadas por el Gobierno de Cuba
en cada caso, al amparo de Acuerdos de Extradición entonces vigentes.
Muchos de estos individuos aún se pasean libre y tranquilamente por
las calles de ese país, incluso tras haber estado implicados en nuevos
actos terroristas contra ciudadanos e intereses de los Estados Unidos,
Cuba y otras naciones. El caso más conocido y atroz es el de la
voladura de un avión de pasajeros de Cubana de Aviación, el 6 de
octubre de 1976, que causó 73 muertes y constituyó el primer acto
terrorista contra una aeronave civil, en pleno vuelo, en el Hemisferio
Occidental. Sus autores, Orlando Bosch Ávila y Luis Posada Carriles
han vivido y aún residen impunemente en Miami, el primero, gracias al
perdón presidencial de George H. Bush y, el segundo, en espera de un
prolongado juicio por mentir y obstruir la justicia en un proceso
migratorio y no por los cargos de terrorismo internacional que merece.

Algunas de estas verdades no han podido ser desconocidas por esos
mismos informes del Departamento de Estado que designan a Cuba como
«Estado patrocinador del terrorismo».

Cuba rechaza, por ilegítimo, el mecanismo mediante el cual el Gobierno
de los Estados Unidos se arroga el derecho a certificar la conducta de
otras naciones en materia de terrorismo y a emitir listas
discriminatorias y selectivas, con fines políticos, mientras asume una
posición de doble rasero al no juzgar y permitir que sigan en libertad
los responsables confesos de horrendos actos terroristas contra Cuba.

Como muestra de ello, nuestros Cinco Héroes, Gerardo, Fernando, Ramón,
Antonio y René, cumplen arbitrarias e injustas condenas en cárceles
norteamericanas por proteger a Cuba, de cuyos hijos 3 478 murieron y 2
099 quedaron mutilados por acciones terroristas; y también por
defender la integridad de ciudadanos de los Estados Unidos y otros países.

Cuba siempre ha tenido un desempeño ejemplar en la lucha contra el terrorismo:

-Cuba condena todos los actos de terrorismo, en todas sus formas y
manifestaciones.

-El territorio de Cuba nunca ha sido utilizado ni se utilizará jamás
para organizar, financiar o ejecutar actos terroristas contra ningún
país, incluyendo los Estados Unidos.

-Cuba es Estado Parte de los 13 convenios internacionales existentes
en materia de terrorismo y cumple estrictamente las obligaciones
emanadas de las resoluciones 1267, 1373 y 1540 del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas en esta esfera.

-Cuba no posee, ni tiene intención de poseer, armas de exterminio en
masa de ningún tipo y cumple sus obligaciones en virtud de los
instrumentos internacionales que ha suscrito en materia de armas
nucleares, químicas y biológicas.

-La Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba
aprobó, el 20 de diciembre de 2001, la Ley 93 «Contra actos de
terrorismo», la cual tipificó todos los actos de terrorismo
internacional como delitos graves y estableció penas muy severas.

-Cuba ha adoptado, además, medidas para prevenir y reprimir todo acto
de terrorismo y todas las actividades relacionadas con estos, incluida
la financiación del terrorismo. Asimismo, ha incrementado la
vigilancia de las fronteras y ha fomentado medidas para impedir el
tráfico de armas e intensificar la cooperación judicial con otros
países, para lo cual ha firmado 35 acuerdos en materia de asistencia
jurídica y ha manifestado reiteradamente su disposición permanente de
cooperar con todos los Estados en esta esfera.

-En este espíritu, Cuba ha cooperado, incluso activamente, con el
Gobierno de los Estados Unidos. En tres ocasiones (noviembre de 2001,
diciembre de 2001 y marzo de 2002), Cuba propuso a las autoridades
norteamericanas un proyecto de Programa de cooperación bilateral para
combatir el terrorismo, y en julio de 2009, Cuba reiteró su
disposición a cooperar en esta esfera.

-En varias ocasiones, las autoridades cubanas han hecho conocer al
Gobierno de los Estados Unidos, su disposición a intercambiar
información sobre planes de atentados y acciones terroristas dirigidas
contra objetivos en cualquiera de los dos países. Es igualmente
conocido que, en 1984, Cuba alertó sobre un plan de atentado contra el
presidente Ronald Reagan que condujo a la neutralización de los
involucrados por parte de las autoridades norteamericanas. En 1998, se
le trasladó a la Administración de William Clinton información sobre
planes de hacer estallar bombas en aviones de líneas aéreas cubanas o
de otros países que viajaban a Cuba.

-Asimismo las autoridades cubanas han entregado al gobierno de los
Estados Unidos abundante información sobre actos terroristas cometidos
contra Cuba. En 1997, 1998, 2005 y 2006, Cuba entregó al FBI
cuantiosas evidencias sobre las explosiones con bombas en varios
centros turísticos cubanos, dándole incluso acceso a los autores de
esos hechos, detenidos en Cuba, y a testigos.

-No debe olvidarse, además, que Cuba fue uno de los primeros países
que condenó públicamente los criminales ataques terroristas del 11 de
septiembre de 2001 en los Estados Unidos, trasladó su disposición a
brindar asistencia médica y humanitaria a las víctimas, y ofreció de
inmediato abrir su espacio aéreo y sus aeropuertos para recibir a los
aviones de pasajeros con destino a territorio norteamericano. A pesar
de los numerosos actos terroristas procedentes de territorio
norteamericano contra Cuba, nuestro país ha mantenido una conducta
intachable y limpia, en relación con cualquier hecho que pueda afectar
a los ciudadanos norteamericanos, porque Cuba es una nación que se
rige por principios políticos y normas éticas.

El gobierno cubano, con toda su moral y dignidad, condena la inclusión
arbitraria de Cuba en la lista de 14 países cuyos ciudadanos serán
sometidos a nuevas medidas restrictivas por decisión del Gobierno de
los Estados Unidos.

El gobierno cubano demanda también la inmediata exclusión de Cuba de
la lista de «Estados patrocinadores del terrorismo internacional», por
constituir una designación injusta, arbitraria y políticamente
motivada, que contradice la conducta ejemplar de nuestro país en el
enfrentamiento al terrorismo y pone en tela de juicio la seriedad de
los Estados Unidos en la lucha contra este flagelo.

Asimismo, insta al gobierno de los Estados Unidos a que, como
expresión de compromiso con la lucha antiterrorista, actúe con firmeza
y sin dobles raseros contra quienes desde el territorio norteamericano
han perpetrado actos terroristas contra Cuba; y a que libere a los
Cinco Héroes antiterroristas cubanos injustamente encarcelados en ese país.

La Habana, 7 de enero del 2010
Ministerio de Relaciones
Exteriores

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