Jorge Ramos, la prensa fifí y el guaidoperiodismo mexicano
Lucy Rivera
Increíble la impertinencia y dolo de los medios de la desinformación. Un acto penoso la actuación y show que protagonizó hoy en presidencia Jorge Ramos. Y la seguridad presidencial, ausente. El periodista se subió al estrado como en su casa, y se le permitió acercarse al presidente como si nada. Eso, a nuestro juicio, no debe permitirse. Nos parece que, además, no llegó como periodista a preguntar o investigar; no a hostigar, confundir y hacer escándalo.
Respecto al tema: Primero, la violencia que hoy sufre México, obviamente, no es provocada por la presidencia actual, que apenas rebasa 100 días de gestión, sino es un fenómeno que tiene la historia que tiene nuestro país. La estructura actual de la delincuencia en México fue construida por el neoliberalismo y tiene décadas de crecimiento o organización. Los repuntes de la violencia, ya lo sabemos, han sido un arma de las grupos de poder en contra de otros, o sea, han sido una forma de acusar a otros de las propias culpas. Por ejemplo: viejos gobiernos corruptos han usado la violencia para desestabilizar nuevos gobiernos progresistas. Por otra parte, durante el período neoliberal las cifras se maquillaron y ocultaron por los gobiernos en turno, y simplemente tampoco tuvieron o quisieron construir las herramientas para conocer la realidad al día. Es sabido que así fue por corrupción y por conocidas complicidades. Es muy posible que hasta hoy se comiencen a tener datos reales, actualizados, y se tenga un monitoreo real de la situación.
Es manipulación acusar al gobierno actual de lo que hicieron sus oponentes durante décadas, es dolo usar datos del pasado que se sabe a todas luces que fueron falsos, manipulados o incompletos para confrontar cifras que parecen ser, por primera vez, verdaderas. Es falta de profesionalismo acosar en lugar de investigar e informar. No debieran darse espacios a personajes que defienden agendas políticas indefendibles y que muestran un periodismo violento y manipulador de la realidad. Eso no es periodismo, nos parece activismo político de derecha (estilo Guaido), desinformación, dolo y búsqueda de ingresos publicitarios vendiendo escándalos.
Las ruedas de prensa no son para que el periodismo perverso conquiste audiencias perdidas y aumente sus ganancias pretendiendo manipular a la sociedad, sino deben ser una vía para informar y ayudar a construir un mundo mejor.
Y por favor, más respeto al público, ya hemos sufrido mucho a la prensa fifi para hoy reciclarla en el guaidoperiodismo de quinta. En otras palabras, basta: el periodismo debe servir a la sociedad pero nunca servirse de ella.