PETROLEO: PRODUCCION, RIQUEZA Y BIENESTAR
Por José Jiménez
Las cifras son enormes. Tanto de la extracción de barriles al día, como de la riqueza, o de la llamada renta, al multiplicarlos por el valor en el mercado.
Sin embargo una señora humilde, modesta, de clase más a la baja por la precarización constante del empleo y el salario, como las que aparecieron durante la histórica jornada de la expropiación petrolera en 1938 y que fueron a entregar a la Patria en el Palacio de Bellas Artes las sortijas y aretes, al lado de las que llevaron gallinas y maquinas de coser, expresaba que ella y sus padres no había recibido beneficios del petróleo, de esa expropiación, ni de toda la riqueza generada durante los 75 años transcurridos.
Se conoce que solo en los 13 años de este siglo la ruta de extracción y producción de petróleo fue de así: en el año 2000 con el gobierno panista de Vicente Fox se tuvo una producción en promedio de tres millones de barriles diarios y termino con tres millones 256 mil; con el presidente panista Felipe Calderón desciende y en 2008 se sitúa en dos millones 792 mil, en 2009 en dos millones 601 mil y finaliza en dos millones 548 mil barriles diarios.
Actualmente, se tiene una producción de dos millones 532 mil barriles diarios, una diferencia de 16 mil barriles menos, señalando que la producción en los yacimientos de Cantarell y Ku-mallob-zap declina.
“Cada año el país obtiene del petróleo un billón 250 mil millones de pesos, o sea, unos 100 mil millones de dólares. Eso representa 40% del presupuesto nacional. En otras palabras, cuando se construye una escuela, el 40% del dinero proviene del petróleo; cuando se edifica un hospital, 40% de los recursos vienen del petróleo; cuando se le paga a los maestros o a los doctores del ISSSTE o del IMSS, 40% e sus salarios provienen del petróleo; de la misma forma, el 40% del monto de las pensiones de los empleados públicos. Con el petróleo también se paga 40% de los libros de texto gratuito, de la vivienda de interés social y dela distribución del agua. El petróleo financia la tranquilidad de las familias mexicanas y es la base de nuestra independencia económica.”
El problema resulta cuando no se tiene oportunidad de educación e ingresar a escuelas, cuando se niega atención medica, cuando no se tiene empleo y se excluye de las pensiones y jubilaciones, cuando se niegan los créditos a la vivienda, cuando no llega el agua y hay que comprarla a la pipa o a la empresa particular, cuando no hay tranquilidad, ni seguridad publica y ni hay la muy lejana independencia económica, cuando un gran número de los productos que consumimos son producidos en el extranjero y que con sus bajos precios destrozan la producción y el mercado local.
El problema se va a complicar más, ya que si es en la proporción de un 40% del presupuesto estatal la dependencia del petróleo, en esa misma proporción serán separados trabajadores burócratas de su empleo, de su seguridad social, de sus beneficios.
El asunto es que se deberá expresarse un proyecto a beneficio efectivo de la población, del pueblo mexicano. Esto esta en un proyecto de nación. En sentido concreto las riquezas nacionales son propiedad y deben ser usadas a beneficio del pueblo y no de un gobierno, de un sector social o de un grupo.
Lamentablemente sucede que el gobernante en turno usa la riqueza para atender su proyecto, para pagar deudas políticas y beneficiar solo a un grupo político, sindical o empresarial, así se ha tenido durante los últimos 75 años, beneficio para unos pocos de lo que es de todos.
El país necesita de la energía para mover su industria, los servicios y pagar el funcionamiento del aparato estatal; se necesita para impulsar el crecimiento y generar bienestar.
Ayer se cambiaron espejitos por oro, hoy se quiere repetir con el cambio de una ilusión de traer capital extranjero para incrementar la extracción, la de producir mucho, mucho, a lo que hay que preguntar primero, para qué y con qué objetivo, para enriquecer a unos cuantos o para el bienestar de todos.