Falleció en El Salvador Frances MacQueen, incansable defensora de los derechos humanos

Falleció en El Salvador Frances MacQueen, incansable defensora de los derechos humanos

Por Lucy Rivera

Avisotv.- Frances MacQueen, la gran dama de los derechos humanos, falleció después de una corta enfermedad en una clínica de la capital salvadoreña. Frances es un ícono de la defensa de los derechos humanos en Canadá y su apoyo se extendió por muchos países en África, América Latina, Europa y los países musulmanes. En su juventud, trabajó como activista en África y el Mediterráneo, participó en la fundación de Amnistía Internacional en su natal Inglaterra y fue amiga de los Rolling Stones. Se mudó a Canadá donde participó en muchas organizaciones humanitarias entre ellas la Vancouver Association of Survivors of Torture, VAST, organización que ella fundó y dirigió por varias décadas hasta que renunció hace pocos años. Con esta asociación presentó una importante exposición en apoyo a los derechos humanos com la obra pictórica del célebre muralista mexicano José Hernández Delgadillo; en esa exposición participaron también el pintor y poeta mexicano José Tlatelpas y el japonés Noboru Yurugui. Ella fue una actora principal en los acuerdos y apoyos para recibir innumerables cantidades de refugiados políticos de África, Centroamérica, Irak, Irán, Turquía y otros países. Su trabajo estuvo apoyado y financiado durante años por las Naciones Unidas y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Su gran dedicación la hacía atender las llamadas de Naciones Unidas aun a media noche, lo que dañó su salud. Las continuas tensiones, en las que un breve momento de desatención causaría la ejecución de una persona en Irak, Irán o Nigeria la llevaron a fumar en demasía lo que ocasionó que le diagnosticaran cáncer en el 2007. A través de varios tratamientos en hospitales de Vancouver, B.C., su lugar de residencia y hongos medicinales de Japsun logró vencer el cáncer en el 2009.

Durante los últimos años apoyó organizaciones como COPPES y ASST en El Salvador, invitada por el dramaturgo y novelista salvadoreño-canadiense Carlos Santos, un valiente defensor de los derechos humanos quien conoció a Frances en Canadá.

Frances fue una persona alegre, llena de inteligencia, con un gran corazón y se desempeñó como una madre con innumerables refugiados en el Canadá quienes le veían como una bendición. Organizaciones salvadoreñas como COPPES y ASST, grupos progresistas mexicanos como el Grupo Cultural Maíz Rebelde, funcionarios de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en México y miembros de partidos políticos y fundaciones han manifestado su pesar por la pérdida de una persona que salvó tantas vidas, que apoyó a tanta gente. El poeta José Tlatelpas, visiblemente consternado, declaró al respecto: «Nos deja una vida que es ejemplo de integridad, amor, solidaridad y fraternidad verdadera. Descanse en paz la gran Frances MacQueen, queridísima amiga, activista inolvidable.»

Fallleció Frances MacQueen

Por Carlos Santos

Esta madrugada murió Frances Macqueen, la candiense que nos vino a
apoyar con el trabajo del COPPES y ASST, mujer incansable que desde la
época de los setenta viene luchando en pro de los derechos humanos,
durante los años ochenta trabajo en Amnistía Internacional, y en los
años noventa atendió a centos de sobrevivientes de la tortura en
Canadá, ella se destacó por su comprensión, amor y solidaridad con los
sobrevivientes de la tortura.
Hace unos años sobrevivió a un cáncer de pulmón y tuvo el sueño de
venir a El Salvador, a trabajar por la consolidación de un organismo
que atendiera a los sobrevivientes de la tortura en El Salvador.

Antes de morir estuvo apoyando a una familia, logró que esas víctimas
hablaran sobre el pasado doloroso.

En el camino a la clínica en donde moriría, le comenté que una hija de
desparecidos ( padre y madre) me había llamado para dar las gracias
por el apoyo que les brindó, Frances me vio a los ojos y me dijo que
estaba bien, que de esa manera romperíamos el silencio.

A pesar de haber nacido en Inglaterra, y vivir por muchos años en
Canadá, Frances entregó la vida entera por las luchas de los pobres,
por las luchas de los sobrevivientes de la tortura y murió en suelo
salvadoreño.

Carlos Santos

Frances MacQueen

Por Ogarzagranados

La primera vez que vi a Frances fue en el museo de Santa Tecla, hace
un par de años, la primera vez que convocábamos a los ex presos
políticos..no sabía en qué cosa andaba, pero por aquello de estar
siempre pendiente del entorno y viendo quienes nos acompañaban, me
encontré con su mirada, en un muy mal español, mejor que mi inglés, me
preguntó sobre la historia de la cárcel de Santa Tecla y los presos
políticos, le explique de forma gruesa el asunto… había mucha gente
a la que quería saludar y ella no era uno de ellos, ella era una de
nosotros… sólo que en aquel momento no lo sabía… más tarde, frente
a la celda de castigo volvió a hablarme y le conté que esa celda
frente a la que estábamos era “ la chiquita”, la celda de castigo, el
lugar más temido y feo de todo el penal entonces, ahora se ve bonito…
La invité a pasar y rechazo mi mano con un movimiento y un «¡noooo!!!».
Me dijo que las energías del lugar eran horribles.. Que no quería
saber nada de aquello..

Después se hizo cotidiano que nos apoyara desde donde estuviera…
trajo semillas, medicamentos naturales, apoyó grupos de terapia a
compañeros de forma individual… nos ayudó a consolidar la
organización del COPPES aquí.. Se arriesgo con nosotros y se murió
aquí.. con nosotros…

La vi hace dos sábados en la actividad de los comités de víctimas en
la UCA… cuando se iba me dio un abrazo y me dijo..

«En la página web de la ONU hay una foto tuya, pero no sos vos.. Allí
te ves triste.. Vos no sos así, vos nunca estas triste..»…

Francés ahora estoy triste porque has muerto… pero voy a reír por
vos, como el sábado aquel sabiendo que te alegra mi
alegría… sabiéndote feliz de haber caído con las botas puestas.. Como
dice Carlos.. El favorito tuyo.. la mejor muestra de que eras una
buena amansa locos…

Un enorme abrazo compañera..

ESTA SI QUE ES LA PEOR NOTICIA EN MUCHO TIEMPO

Las palabras se me hacen escasas. Los sentimientos se me agolpan. Ojalá que en sus
últimos momentos ella haya sentido que nos importaba mucho, que su solidaridad nosotros se la devolvíamos multiplicada hasta el infinito.

Ahora ella es como una más de esas estrellas en el cielo de este
pueblo que la abraza como su hija…para nosotros… una compa.

Ramón Arita