Re publicamos esta interesante nota de Hernán Mena de Agencia Venezolana de Noticias sobre un gigantesco proyecto de Gaddafi que produciría más de 35 mil kilómetros cúbicos de agua para el pueblo libio, un elemento de análisis sobre la una riqueza natural de Libia poco conocida
Caracas, 01 Abr. AVN (Hernán Mena).- Los científicos lo habían advertido: “Las guerras del futuro no serán solo por petróleo, sino por agua”, y la predicción no esperó mucho para hacerse realidad, y el futuro se hizo presente en nuestros días, acuciado por la voracidad del capitalismo salvaje y la escasez del vital líquido en Europa que ha llevado a sus gobiernos y el de EE UU a agredir a Libia para adueñarse del agua que allí abunda y enviarla a la sedienta costa mediterránea del viejo continente.
Y aunque todo el mundo sabe que la agresión imperialista a Libia lo que persigue es adueñarse de su gran riqueza petrolera, pocos se han enterado de que además del oro negro, lo que más codician los Cruzados es el oro azul, el agua del inmenso río artificial que surca las arenas del Sahara, construido por Gadafi para saciar la sed de su pueblo que hasta hace pocos años tenía que extraerla de pozos artesanales y del mar, cuya desalinización tenía un alto costo.
Es “El Gran Río hecho por el Hombre”, o The Man Made River, como se le conoce en inglés, el río artificial más grande del mundo construido a costo superior a los 25 mil millones de dólares, una de las obras de ingeniería más grande del planeta, que suministra agua a Trípoli, Benghasi, Sirt y otras ciudades y se proyecta extenderlo hasta alcanzar todos las poblaciones asentadas a lo largo toda la costa marítima del país.
“Como fue posible realizar ese “milagro” si el territorio del país está ocupado en un 90% por los desiertos del Sahara y de Libia, y apenas existen unas pocas mesetas y montes, donde no hay ríos de curso permanente y las lluvias son sumamente escasas, por lo que el agua es un elemento virtualmente inexistente».
Lo que sucede y nadie sabia hasta hace algunas décadas, es que el líquido se encontraba oculto bajo el suelo del desierto, hasta que la casualidad, hizo posible su hallazgo, cuando un taladro perforaba la desértica tierra en busca de petróleo, y ocurrió el “milagro” que cambió para siempre la vida del pueblo libio.
Allí había agua, agua en abundancia que le había negada durante milenios a un pueblo sediento que desconocía su existencia, un pueblo que no podía sembrar un árbol, cosechar sus frutos ya que el suelo árido de Libia, supuestamente no era apto para la agricultura y la mayor parte de los vegetales debían importarse.
Pero, a partir de aquel descubrimiento todo habría de cambiar, ya que en las riberas de aquel inmenso río artificial comenzaron a crecer las plantas en medio del desierto, y la tierra libia cambió su gris color por el verde fulgurante de la vida vegetal que comenzó a propagarse por toda la tierra del país.
“¿De donde provenía el agua? De un inmenso mar de agua dulce, conocido como el Acuífero de piedra arenisca de Nubia, cuyos orígenes se remontan a la última Edad del Hielo con reservas del líquido estimadas entre 10 mil y 12 mil kilómetros cúbicos de agua subterránea bajo el desierto del Sahara, disponible y apta para consumo humano
Se fue depositando a medida que pasaban los siglos en las entrañas de Libia para quedar atrapada durante ese tiempo como un tesoro oculto hasta que hace sesenta años afloró como aflora la vida de las entrañas de la madre tierra para saciar la sed del pueblo libio, gracias a la voluntad y esfuerzo de su líder, Moammar Gadafi.
Gadafi sabía de la necesidad que tenía el pueblo de tener una fuente constante y segura de agua, lo cual entonces era una Utopía, la cual comenzó a hacerse realidad, a partir de los años 80, cuando se inició la construcción del Gran Río hecho por el Hombre, “The Man Made River, del que hoy pretenden adueñarse Obama, Cameron, Sarkosy y su corte de bufones que lo acompañan en la aventura bélica, que no están satisfechos con robarle únicamente su petróleo y gas, sino también su agua.
Es que el saqueo de esos recursos naturales no renovables, como el del resto de todas las riquezas del Tercer Mundo, se inscribe en el contexto de la lógica del capitalismo salvaje y predador que tiene como meta la conquista y dominación del planeta, cuyos estrategas han constado que “quien controle las fuentes de agua, controlará al mundo,” y la conquista y dominación de Libia forma parte de esa macabra misión que se han trazado los Cruzados europeos y el yanqui.
Y es que nada está tan a mano y tan fácil de robar, piensan los agresores, que ese inmenso mar de agua dulce que es el Río hecho por el Hombre, con suficiente agua para abastecer a todas las ciudades de la costa mediterránea europea, como hasta ahora lo venía haciendo el petróleo y el gas libio en Italia y España, cuyos precios aumentan cada día, por causa de la guerra, aun cuando la falta de suministro no ofrece peligro ya que Rusia aporta a Europa la mayor parte de esos energéticos.
Pero el agua es diferente, porque el viejo continente padece de una escasez del líquido, como lo evidencia el más reciente informe de la Comisión Europea, según el cual, y de acuerdo con la nota publicada en el sitio web Agrodigital.com, “en muchas zonas de Europa, el equilibrio entre la demanda y disponibilidad del agua ha alcanzado un nivel crítico.”
De esta grave situación que vive Europa, muy poco se conoce, ya que cuando la ONU lo hace a través de sus agencias especiales, como la FAO, que emiten periódicos informes sobre el caos que amenaza a la humanidad por la escasez de agua, los medios lo generalizan, y solo hacen énfasis en lo global, refiriéndose siempre al Tercer mundo como si el peligro acechase únicamente a los países en vías de desarrollo, y no al mundo industrializado.
Es así como la dictadura mediática aborda el problema, destacando esa que reseña que “Según estimaciones de la ONU, cerca de 1.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable; 2.500 millones carecen de sistemas sanitarios adecuados y más de 5 millones, (en su mayoría niños) mueren anualmente a causa de enfermedades relacionadas con la mala calidad del agua.
Pero no dicen nada de la escasez de agua que afecta a Europa, tal como lo destaca el último informe de la ONU, que advierte que “Cada vez es mayor la falta de agua en Europa”
“En 2009-2010, -reseña – la escasez de agua afectó en gran parte el sur de Europa, debido a los limitados recursos hídricos, la alta demanda de agua y menos lluvia. La República Checa, Chipre y Malta, tuvieron escasez de agua de manera continuada. En 5 Estados miembros, Francia, Reino Unido, España, Portugal y Hungría, la sequía o el nivel de precipitación ha sido inferior a la media a largo plazo, y en 4 otros, Países Bajos, Suecia, Francia y Rumania han experimentado una escasez limitada de agua”.
Por lo tanto, no es casualidad, ni mucho menos coincidencia, que tres de los países inmersos en esa crisis de escasez de agua, (Francia, Reino Unido y España) junto con EE UU, sean los adalides de la Cruzada lanzada contra Libia con el ya nada oculto y perverso propósito de arrebatarle no sólo su gas y su petróleo, sino el Oro azul que abunda bajo las entrañas del desierto del Sahara libio.
Fue Gadafi quien sacó a la superficie ese mar de agua dulce, considerado como la Octava Maravilla del mundo, El Río hecho por el Hombre, de cuya existencia pocos conocían, hasta ahora que está siendo acechado y codiciado por los Cruzados yanquis y europeos, que en una burda y tardía maniobra para evitar la vergüenza de haber sido los autores del genocidio que hoy sufre Libia, transfirieron los poderes de la guerra a su engendro bélico que es la OTAN.
Son más de 35 mil kilómetros cúbicos del vital líquido los que contiene el Acuífero de Nubia, y que gracias a esa colosal obra de ingeniería que es el Man Made River, algo inconcebible para quienes dudaron de que podría ejecutarse dada la magnitud del costo material y la tecnología requerida paran su construcción, fue se hizo realidad gracias a la visión futurista de su líder y actualmente suministra 6 millones 500 mil metros cúbicos de agua a decenas de ciudades y pueblos del país.
Una vasta red de tuberías de 5 metros de diámetro que se extiende por más de 4.000 kilómetros enterrada a 15 metros de profundidad bajo las arenas del desierto, es abastecida de agua por 1.300 pozos que bombean el liquido desde del acuario, suministran el caudal al inmenso río cuyas aguas no solo suministran el líquido para consumo humano, sino que además tiñen de verde pasto millones de kilómetros cuadrados lo antes fue tierra yerma, y donde hoy se siembra y se cría ganado.
“Esta es la respuesta más grande que podemos darle a EE UU, que nos acusa de estar involucrados en actos de terrorismo”, afirmó el Coronel Gadafi al inaugurar en 1996 una de las últimas etapas de la obra considerado también como “otro milagro en el desierto”, la cual transformó la vida de los mas de 5 millones de habitantes de Libia.
Pero la codicia del Imperio y sus secuaces europeos, envidiosos de aquel logro que ellos nunca alcanzaron, que es llevar agua suficiente para sus países, hoy pretenden arrebatarle esa riqueza a Libia, ya que consideran que es más fácil adueñarse del bien ajeno que crearlo con sus propias manos, como lo hizo Kadafi, al hacer realidad el sueño de un pueblo sediento haciendo ese “otro milagro en el desierto”.
Según sus cálculos, una vez conquistado el país por las fuerzas de la OTAN, conformada por los mismos potencias imperialistas que iniciaron el genocidio bombardeando día y noche a Libia, estiman que Gadafi será derrotado o asesinado en cuestión de días o semanas por sus bombas y misiles, entonces solo tendrán que tender un acueducto que a través del Mediterráneo unirá las costas de Libia y de Europa para llevar el agua robada a sus ciudades.
Que cumplan o no su diabólico objetivo, es cuestión de tiempo, pero lo que no podrán evitar es que la historia, la que nace y se escribe con el tiempo, los acusará eternamente como hoy acusa a los Cruzados aquellos que hace mil años, engañados y bajo engaño, llevaron a lo largo de 200 años a miles de sus soldados a morir en las arenas del desierto y, cuidado si se atreven como ellos a invadir la tierra libia, ya que podrían correr la misma suerte de sus antepasados.
Viva Gadafi! Viva la Revolución de las Masas!!!