EL OTRO INFORME
Por José Luís Hernández Jiménez
Avisotv.- Los Informes que presentan nuestros gobernantes son, generalmente, buenos: apantallan, cautivan, convencen, ilustran, emocionan. Claro que al confrontar sus dichos con la canija realidad, ocurre en los observadores, una especie de corto circuito por las contradicciones que aparecen en dicha comparación. Entonces queda claro que debe haber otro Informe, uno que refleje la realidad.
Y creo que ninguno se salva, sea del Partido que sea. Ahí están, como buenos ejemplos de esto, los Informes del Presidente Felipe Calderón, del hoy ex Gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto y del Jefe de Gobierno del DF Marcelo Ebrard, por citar los más recientes.
Ese trío de Informes estuvieron bien hechos, bien estructurados, apantallan, cautivan, convencen, ilustran, convencen. Además fueron bien “prenunciados”. Y los tres tienen algunos defectillos en común: fueron escritos para auto elogiarse, para lucirse ante el respetable, para enviar el mensaje de que quien informa, es una persona buena para todo, y para proyectar la imagen de que todo está bien. Y si todo está bien ¿de qué nos quejamos los mexicanos? O será que – pregunta la canija realidad – ¿no todo está bien? Tal vez.
Lo más obvio de las contradicciones que aparecen entre lo que se dice y lo que en verdad ocurre, está en dos de los problemas que más aquejan a la población, la pobreza y la inseguridad. En los tres Informes, con los matices correspondientes, se dice que las cosas al respecto, no están tan mal, que ya vamos saliendo del hoyo, que pronto arribaremos al paraíso. Pero la cantidad de quejas de la población, respaldadas incluso por estadísticas oficiales y extraoficiales, desmienten aquellos dichos en los rubros mencionados y en otros. Es decir, la inseguridad y la pobreza, y otros problemas, no dejan de crecer en nuestro país, aunque en los Informes se diga lo contrario.
Van dos ejemplos. 1) El miércoles 22 de septiembre se llevó al cabo, en Boca del Río, Veracruz, una sesión en la que participaron los encargados de perseguir el delito y de impartir justicia, o sea, los titulares de las Procuradurías y Tribunales de Justicia, de todo el país. Pero un día antes y un día después de tal reunión, aparecieron cerca del sitio, es decir, en las propias caras de los susodichos aquellos, los cadáveres de decenas de personas, asesinadas al parecer por el llamado crimen organizado. 2) En el mismo mes de los tres Informes citados, septiembre, en los que se dice que “el combate a la pobreza es “exitoso”, nuestra moneda, el peso, se devaluó ante el dólar gringo y, ¿saben qué?, que con ello la pobreza se profundizó y amplió en nuestro país.
Ya para que mencionar el caos que se padece en las grandes ciudades, por el tránsito infernal, la contaminación ambiental, la insuficiencia de agua potable o la corrupción que por todas partes corroe al país entero.
Se entiende que los funcionarios que informan, digan que todo está bien. Les conviene decirlo. Creen que así quedan bien con todos. Pero a nosotros, los gobernados, lo que nos conviene es conocer la verdad. Para ello, es necesario que los Informes digan lo que en realidad acontece, las dificultades a las que se enfrentan los gobiernos y sus gobernados, los riesgos que se corren, lo que se está haciendo, lo que se hizo mal o lo que se dejó de hacer y las explicaciones al respecto.
¿Se fijaron, estimados cuatro o cinco lectores (as), que en los tres Informes comentados, no aparece, alguna autocrítica y que a la hora de la presentación y en el evento respectivo, son similares entre sí, o sea, estilo priísta? ¿No sería conveniente, que todos nosotros, gobernados y gobernadas, exigiéramos Informes veraces y serios? Así no habría necesidad de otros informes, se iría diluyendo la imagen de mentirosos que tiene los gobernantes y, en especial, todos estaríamos concientes de los inmensos retos a asumir para sacar a nuestro país del atraso en que se encuentra. Punto.
México D. F. a 23 de septiembre del 2011.