Blanca Eekhout
Medios comunitarios y alternativos: Espacios de liberación para el Poder Popular
AVN, Caracas, 26 junio 2010 – Los más de 700 medios alternativos y comunitarios, impresos, estaciones de radio y canales de televisión, constituyen escenarios ideales para la construcción del Poder Popular en Venezuela, donde la plataforma mediática privada sigue siendo un instrumento de dominación y alienación.
Para Blanca Eekhout, ex ministra de Comunicación e Información y actual presidente de Vive Televisión, la democracia debe garantizar a la población el ejercicio pleno de la comunicación por ser este un derecho fundamental que determina la propia condición del ser humano.
En entrevista exclusiva para la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), la líder socialista manifestó que dejar de ser mero espectador ante los medios de comunicación pasa por la participación activa de la población en este importante ámbito de la sociedad.
“Hay que romper el silencio, hay que crear un escenario público donde la gente no sea contemplativa ante un canal de televisión, y que ella misma pueda comunicar sus proyectos, sus ideas, su cultura, así como formular sus propias denuncias”, indicó.
Medios impresos, estaciones de radio, canales de televisión, murales -como medios de expresión popular- y el cine club, explicó, son algunos de los elementos desde donde debe abordarse el proceso de transferencia de competencias comunicacionales a las a la población.
Sólo bajo ese modelo comunicacional, aseveró, se puede profundizar el Socialismo sustentado en una verdadera democracia y apuntalado por un sólido poder popular.
Violencia mediática
“Los medios de comunicación privados o comerciales, no sólo en Venezuela, ejercen lo que dice el autor Ignacio Ramonet, La Dictadura Mediática”, expresó la también directora de Comunicación y Propaganda del Comando del Campaña del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La dirigente revolucionaria, además, afirmó que los medios de comunicación privados son un poder que en procura de mantener su hegemonía mediática, con intereses bien definidos, cercena a las mayorías el derecho a comunicarse, contemplado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
“En el capitalismo, basado en el enfoque excluyente de este sistema económico, sólo un pequeño grupo controla la comunicación, mientras que millones de ciudadanos quedan excluidos de una acción que en Socialismo le pertenece a toda la población”, contrastó.
En relación con la manipulación mediática que ejercen las transnacionales de la comunicación, en defensa de sus intereses económicos y políticos, recordó como en Irak se tejió una matriz sobre la presunta presencia de armas de destrucción masiva en ese país.
“Ese gran poder económico, político y hasta militar justificó la invasión a ese país donde se masacró a un pueblo inocente. Por eso efectivamente los medios forman parte de una guerra y con su poder quitan y ponen gobiernos en el mundo”, alertó.
Asimismo, refirió la guerra civil que azotó a Ruanda en el año 1994, cuyo génesis estuvo en los laboratorios mediáticos de esa nación.
“Con sus mensajes, llevaron a la población de Ruanda a una confrontación étnica, a una masacre donde los artífices fueron los dueños de las empresas de comunicación”, recordó.
Avalancha mediática contrarrevolucionaria
Más del 90% de los medios de comunicación privados en el país se encuentran en manos de pocas familias venezolanas, “quienes, a través de acciones terroristas, se han dedicado a ocultar los verdaderos logros de la revolución”, dijo, durante una rueda de prensa, la entonces ministra de Comunicación e Información, Blanca Eekhout .
En relación con aquella denuncia, apuntó que en Venezuela hay ciertamente una dictadura mediática orquestada por empresarios de la comunicación que en su permanente agresión contra el Estado venezolano y la población los lleva a divulgar, a nivel nacional e internacional, que en el país no hay libertad de expresión.
“La mentira es su principal argumento, sin embargo ante todas las naciones del mundo ha quedado evidenciada la profunda convicción democrática del Gobierno Revolucionario liderado por el presidente Chávez”, preciso.
Asimismo, atribuyó muchas de las denuncias sobre presuntas violaciones a la libertad en el país al hecho de que ahora en Venezuela, cuando se trata del respeto al Estado de derecho, no hay intocables.
“Eran un poder ilimitado, delictivo y mafioso que nunca tuvo control social, pero ahora cuando son objeto de la aplicación de la ley y son llevados ante el Poder Judicial por especulación y prácticas monopólicas vinculadas a mafias recurren a la manipulación desde sus medios de comunicación”, agregó.
Un total de 12 procesos electorales realizados en 11 años en el país, enfatizó, demuestran la fortaleza del sistema democrático venezolano, cuyas autoridades a pesar del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 respetó la condición de ciudadanos de quienes participaron en la cruenta acción, en plena observancia de la Constitución de la República.
Latifundio mediático
Es necesario garantizar la redistribución del espacio radioeléctrico para que la mayoría de los sectores de la población participe en esta actividad, sentenció.
“Hay una búsqueda social que recoge nuestra Constitución, un modelo cercano a la gente, solidario, verdadero, horizontal en donde la comunicación ya no es una actividad que está por encima de la población”, reflexionó Eekhout .
Al respecto, agregó: “En Socialismo ocurre todo lo contrario, la comunicación está en poder de la gente y crea un espacio de encuentro que permite a las comunidades construir esa sociedad más justa e igualitaria que todos queremos y por la que estamos trabajando”.
La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte), aprobada en el marco del proceso revolucionario, evocó, creó la figura del Producción Nacional Independiente (PNI), así como el derecho de los ciudadanos a constituirse en comités de usuarios de los distintos medios de comunicación.
Esta figura, dijo en relación a los comités de usuarios, otorga competencia legal a las comunidades para incidir en el contenido de la programación, tanto de los medios privados como públicos.
Asimismo, destacó la defensa que hace la ley Resorte del porcentaje de producción nacional, en la programación, ya que esta norma rompió los monopolios que existían dentro de los propios medios de comunicación «donde los propietarios de éstos eran además productores exclusivos de contenidos».
Al analizar la situación actual de los medios de comunicación sociales en el país, no dudó en afirmar: «hay cambios paradigmáticos, jurídicos, cambios que aún hay que profundizar, cambios que han permitido la existencia de los medios comunitarios y el impulso de un nuevo modelo de comunicación materializados por nuestro pueblo».
Apertura revolucionaria
Eekhout atribuyó a la Revolución Bolivariana y al proceso constituyente realizado en 1999 a la apertura de un nuevo modelo de comunicación en el país el cual está ligado al Poder Popular.
“Fue con la llegada del presidente Chávez y la Asamblea Constituyente cuando se legitiman los medios comunitarios ya que se logra establecer a la comunicación como un derecho humano en el marco de la Constitución Bolivariana”, recordó.
En el periodo histórico conocido como la Cuarta República, señaló, los medios comunitarios eran objeto de persecución “eran considerados ilegales, piratas: les confiscaban los equipos”.
El nuevo marco jurídico revolucionario, cuyo espíritu y letra está sustentado en la participación popular, estableció la obligación del Estado en el proceso comunicacional.
“No es sólo habilitar medios en manos del pueblo, sino garantizar también el acceso a las herramientas y el conocimiento que le permitan a las comunidades ejercer de manera efectiva su prerrogativa constitucional en materia de comunicación social”, acotó
Masificación de la conciencia
Consideró que el conocimiento desmitifica el poder mediático pues blinda al objeto del mensaje, en este caso al receptor, contra la manipulación “cuando la gente comienza a trabajar con los medios de comunicación aprende que detrás de cada hecho comunicacional hay una intención de parte de quien lo produce”.
“En el momento en que dejo de ser ignorante paso a ser protagonista y entiendo cómo se logra transmitir información. La conciencia del proceso me lleva a asumir una actitud distinta y me permite dejar de ser un sujeto mediatizado”, agregó.
Sostuvo que la construcción del Socialismo y la erradicación de la cultura excluyente que caracterizó al país por más de 40 años, necesita profundizar la construcción de nuevos espacios, entre iguales, como son los medios comunitarios.
En tal sentido, sentenció: «Es fundamental cuando nuestro rostro mestizo, indígena, afrodescendiente, cuando nuestro rostro campesino, obrero o pescador protagoniza la comunicación por que es allí, en ese momento, cuando nos convertimos efectivamente en ciudadanos, con sentido de pertenencia, de la República”.