Duro golpe a la tuberculosis de Adidas, Puma, Levis y el SOIVA
El pasado viernes 26 de febrero la Unión de Trabajadores Costureros y la Alameda con el apoyo del MTE marcharon desde Juan B Justo y Boyacá hasta las puertas de la clínica La Esperanza (Tres Arroyos 2060) en la ciudad de Buenos Aires para repudiar los altos niveles de tuberculosis que afectan a los costureros en las fábricas y la pésima atención sanitaria de los prestadores de la vaciada Obra Social del sindicato del vestido. Informe y fotos: La Alameda
Por ANRed-Sur. La empresa Sportech que produce las marcas deportivas Adidas y Puma intentó sin lograrlo frenar la marcha en reclamo por la tuberculosis contraída por los costureros de la fabrica. La abogada que responde al empresario Pablo Enriquez, dueño de la gran fabrica Sportech, llamó a Gustavo Vera de la Alameda para abrir un canal de diálogo.
«La primera condición para negociar es restituir a Soledad Ramos a su puesto laboral ya que es no puede ser despedida por hablar con sus compañeros de la tuberculosis. Eso no lo toleramos íbamos a iniciar las acciones legales y de movilización para restituirla a su puesto laboral».
Es que el viernes, la Unión de Trabajadores Costureros (UTC), el sector gremial de la Alameda, movilizó a las 18.30 hasta las puertas de la Clínica la Esperanza. Allí es donde fue dejado literalmente en la calle a un costurero que produce Adidas y Puma, Reynaldo Tola Yupanqui, con tuberculosis y su mujer embarazada de ocho meses, Zhenia Iriarte, costurera de Levis que estuvo atendiendo en todo momento a su marido y encima la empresa le pago 140 pesos este mes porque no reconoce la licencia maternal. El costurero con un cuadro agravado por la neumonía estuvo trabajando una semana entera en la fábrica Sportech. La orden de continuar trabajando fue dada por el médico auditor enviado por el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), José Marcelo Lulkin.
Entonces unos cien costureros marcharon con barbijos que llevaban el lema «libres de trabajo esclavo», caretas de la muerte y carteles que decían SOIVA marcas igual tuberculosis. La marcha partió de Juan B Justo y Andres Lamas del monumento al músico Pappo en el barrio de La Paternal y culminó en Tres Arroyos 2058, en la puerta de la Clínica La Esperanza. No estuvo presente el costurero infectado, Reynaldo, por seguir con cuadro delicado de salud. Si se encontraba en la marcha para dar testimonio la costurera despedida por hablar de tuberculosis, Soledad Ramos, y su concubino el delegado de la fábrica Sportech, Fernando Castillo, que viene siendo amenazado de golpizas por la seguridad de la empresa propiedad de Pablo Enríquez.
La marcha que fue integrada por delegados y trabajadores de otras grandes fábricas (como Spring que produce Levi’s, y Soho, entre otras) que por primera vez en sus vidas participaban de un reclamo callejero. La protesta se desarrolló con normalidad sin interrumpir la actividad de la clínica. Se pegaron carteles que simbolizaban una clausura «por malas praxis y abandono de personas» y cerraron con los discursos los delegados de Levis, Nicolas, y Puma-Adidas, Fernando, quienes reflejaron el rol de las empresas junto con el sindicato y la obra social. «Todos cómplices del avance de la tuberculosis sobre los costureros. Ellos saben que esta es nuestra primera acción y que no va a quedar acá. Todavía falta sumar más compañeros a la lucha, más fabricas, para que la vida de los compañeros y sus familias no sigan valiendo nada. El sueldo de 1200, 1300 que cobramos no alcanza para vivir. Por eso comemos mierda y de ahí nos enfermamos».
La Alameda se comprometió al igual que con la lucha contra el trabajo esclavo a movilizarse todas las veces que sean necesario para aportar a la organización de los costureros y de esta manera recuperar el sindicato del SOIVA, para que deje de ser el botín de unos pocos como Ranu, Rojas y Suarez y pase a mejorar las condiciones de vida de todos los costureros sean de las grandes fabricas o talleres.