Estuvo 32 años privado de su identidad
Nieto recuperado en Argentina: Sabía que no era de esa familia porque eran muy violentos
Agencia de Noticias Telam- Agencia Pulsar, Buenos Aires, febrero 23 – Francisco Madariaga Quintela, el nieto 101 que recuperó su identidad, afirmó este mediodía que tener identidad es lo más lindo que hay y aseguró que siempre sintió que no pertenecía a la familia en donde vivía porque «eran muy violentos».
Así lo señaló durante una conferencia de prensa ofrecida hoy en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, junto a su titular Estela de Carlotto y su padre Abel Madariaga, quien se desempeña con secretario de la organización.
Francisco Madariaga Quintela, es hijo de Silvia Quintela, secuestrada por la dictadura militar el 17 de enero de 1977 en la localidad bonaerense de Florida, cuando estaba embarazada de cuatro meses y de Abel Madariaga, quien se exiló y regresó al país en 1983. Luego del nacimiento del niño la madre fue asesinada.
Los datos
Su nombre es Francisco Madariaga Quintela y estuvo 32 años privado de su identidad.
Es hijo de Silvia Mónica Quintela y Abel Pedro Madariaga, ambos militantes de la organización Montoneros durante la década del 70.
Silvia Mónica Quintela fue secuestrada el 17 de enero de 1977 en Florida, provincia de Buenos Aires, cuando estaba embarazada de cuatro meses.
Estuvo en cautiverio y dio a luz en el centro de detención clandestino Campo de Mayo. Allí también fue asesinada.
Abel Pedro Madariaga logró escapar y estuvo exiliado del país. Desde el exterior comenzó la búsqueda de su mujer y de su hijo.
Al retornar a Argentina en 1983 se unió a Abuelas de Plaza de Mayo para encabezar la búsqueda de su hijo. Desde entonces ocupa el cargo de secretario de la organización de Derechos Humanos (DDHH).
El apropiador es el capitán retirado del Ejército y ex carapintada Víctor Alejandro Gallo. Fue detenido el viernes pasado luego de darse a conocer los exámenes de ADN que probaron la filiación de Francisco Madariaga Quintela con sus padres biológicos.
Está imputado por el delito de apropiación ilegal de un menor de edad.
En 1997 Gallo fue condenado a prisión por los delitos de robo calificado y privación ilegal de la libertad por su participación en lo que se conoció como la Masacre de Benavídez, ocurrida en 1994.