Tláuac hoy
LA SANGRE QUE ENSEÑA
«Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos
y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los
ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear.»
Mahatma Gandhi
En algún tiempo los que ayer lucharon contra los malos gobernantes se llenaron de indignación y sufrieron muertes. Hoy son los mismos que están sentados en el poder y ejercen la violencia, la ambición se desbordó. ¿Cuál es la enseñanza para los que hoy luchan contra la violencia gubernamental , aprendan de esta experiencia?[1]
El olvido enferma el espíritu, porque la conciencia que nos anima hacer el bien muere, y muere por que en algún momento los defensores del pueblo se sintieron indispensables y se creyeron iluminados con derechos a poseer el poder, pero sobre todo porque el pueblo olvidó su responsabilidad, de pensar, preocuparse y ocuparse, de los asuntos públicos como la salud, la educación, la cultura, la protección al medio ambiente, etc. y dejó ese poder a otros que indigestos se fueron transformando en los nuevos caciques electorales. Olvidamos e ignoramos el corazón colectivo y dejamos que lo invadieran los intereses personales con las armas del poder público.
La sangre enseña que la indiferencia mata, pero puede enseñar que la indiferencia es el desconocimiento de nosotros mismos, pues desde pequeños nos dijeron y nos hicieron sentir inútiles y tontos. Odiamos las matemáticas, odiamos pensar, aprendimos a odiar lo que nos hace sentir responsables, y nunca pensamos esos sentimientos, esos rechazos y caímos en la trampa. En la trampa de ser indiferentes, que hace fútiles el sueño de los jóvenes, y en la matemática del amor nos hace creer que autoconmiserarnos es amor.
Hoy la hora dramática que viven las familias, la historia y la cultura de Tláhuac, son un espejo de nosotros mismos, ¿Lograremos romper las cadenas de una educación pasiva que nos enseñaron a no ser merecedores de ser dignos? ¿Seremos capaces de dirigir nuestro propio destino?.¿Serán capaces las inteligencias jóvenes de aprender que lo único que les queda es hacer las paces con la tierra?
¿Serán capaces los espíritus indignados de organizar el tlapique[2] colectivo del entendimiento? ¿Seremos capaces de generar inteligencia y saber que queremos con la tierra, aun los que no la poseen?. Tal ves si, tal ves no. Tal ves nos iremos mayoritariamente a estrenar los nuevos centros comerciales como modernidad que nos traerá la línea 12. Tal ves los jóvenes serán felices trabajando arduamente o ilícitamente para conseguir la distinción que creen les da una marca de un escaparate ubicado en las exchinampas. Tal ves nos atiborremos de transgénicos, y hormonas; y felices con las longas de la queja caminemos los nuevos Tláhuacas chatarrizados, por la desmemoria de la tierra.
Así es el mundo, así es la ciudad de México, ¿Por que pensar este caos de falsa modernidad sobre el recuerdo de una cuenca chinampera? . Felices en la histeria de las chinampas asfaltadas la modernidad salvaje, no acepta proyectos pensantes de respeto al medio ambiente, por ejemplo: ayer los culhuacanes que se declararon suelos de conservación, hoy son condominios sin memoria.
Hoy no queremos gobernantes corruptos, pero deberíamos saber para que no queremos gobernantes corruptos. La sangre enseña que hoy la organización productiva, agroecolóigica, cultural, educativa, de tolerancia y aprendizaje es el único camino para un mejor futuro de los niños que hoy se encuentran en los brazos consumistas de la televisión y comida chatarra,juguetes y mascotas desechables que no llenan el vacío afectivo-educativo. Engordamos a los niños sin querer, sin saber, sin saber hacer, solo nos queda la fuga televisiva con cerveza de preferencia e indiferencia.
Estamos ante un espejo, que si queremos vernos porque ya nos cansó tanta queja vecinal y poca acción, veremos seguramente que hay mucho que tirar y mucho que construir. Mucho egoísmo que tirar y mucho que platicar y aprender.
La primera defensa de la tierra es la defensa de la ecología humana que da el, acuerdo, la inclusión, la creatividad. Los de arriba tienen su proyecto, la última estación del consumismo, el pueblo con la experiencia de los abuelos, la juventud y sus profesionistas, la unidad de los proyectos agroecológicos de vida, para la valla humana agroecológica de la ciudad.
Hoy la poesis que significa creatividad debe ser compartida, la canción compartida, el grafiti compartido, el ska compartido, la banda compartida, la matemática de sumas y multiplicaciones de saberes compartidas, de chinampas culturales, de trajineras de pensamiento, de ahorros para la vida, co-operativismos de conciencia, compartimiento de siembras de solidaridad, de ahuejotes estructurantes en la la navegación libre de la empresa social, la composta autosustentable, la siembra socializada. Es decir dirección de faena coordinadamente.
Este modesto papalote de pensamiento esta al aire, solo quiere el diálogo con Tlapique y agua de sabor.
http://antelmogarcia.blogspot.com/
Septiembre
2009