Reforma confirma que AMLO se negó a negociar Iztapalapa en lo oscurito
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Ortega acudió al Trife a plantear el asunto
Aunque claramente la intención de esta nota del diario Reforma es denostar a Andrés Manuel López Obrador en realidad lo que muestra es que AMLO, a diferencia de otros perredistas, no negocio en lo oscurito a espaldas de la gente.
La nota titular «Tira AMLO negociación» da a entender de negociaciones entre Marcelo Ebrard, Jesús Ortega, otros perredistas y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para salir del problema de Iztapalapa.
Según Reforma, la negociación perfilaba al diputado perredista Javier González Garza como el tercero en discordia en el conflicto por la candidatura del PRD en Iztapalapa.
De acuerdo a lo publicado por ese diario, «la posibilidad de designar un tercer candidato del PRD en Iztapalapa aún estaba vigente el martes en la tarde antes de que iniciara el mitin en apoyo a Clara Brugada, pero el anuncio de Andrés Manuel López Obrador de votar por el PT echó abajo esa negociación entre las corrientes del partido».
La investigación de Reforma revela que «fuentes del partido indicaron que ya se veía como un hecho que el diputado Javier González Garza fuera designado como el candidato de consenso para la demarcación».
¿Quiénes eran los negociadores?
Dice Reforma: «El bloque de Izquierda Unida y la corriente mayoritaria Nueva Izquierda tenían avanzado el acuerdo y estaban en la consulta jurídica de cómo hacer la sustitución del candidato. Por un lado, Brugada ya había aceptado bajar el nivel de sus protestas y condicionó que no fuera candidato nadie de Nueva Izquierda. En tanto que Silvia Oliva estaba dispuesta a dejar la contienda, si el partido utilizaba el camino legal que fuera más conveniente».
La negociación la encabezaron el jefe de Gobierno del Distrito Federal y el líder del PRD: «Con esas posiciones de ir por un tercer candidato, lo cual había sido también avalado por Marcelo Ebrard y el presidente del partido, Jesús Ortega, se acordó en la Comisión Política Nacional acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para explorar las posibilidades jurídicas del partido».
Reforma asegura que «tras la reunión con los magistrados, Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Juan José García Ochoa salieron del Tribunal con una sola opción para salir del conflicto, aunque había riesgos que considerar por la dirigencia nacional. Los magistrados advirtieron que el registro de Oliva era obligatorio, que debía cumplirse el fallo, y que si ella decidía retirarse de la contienda entonces se iniciaba otro incidente. El registro de un tercer candidato tenía el riesgo de que otro partido impugnara, porque se prohíbe un cambio de aspirantes 30 días antes de la elección, y entonces el PRD podría quedarse sin candidatura y perder la delegación».
Las fuentes de Reforma aseguran que hasta AMLO estaba de acuerdo: «La posibilidad de que González Garza fuera el candidato en Iztapalapa estaba prácticamente aceptado, incluso por López Obrador, según las fuentes perredistas».
Incluso, añade ese periódico, «ya en el mitin, los discursos de la candidata destituida Clara Brugada y de Alejandra Barrales, dirigente del PRD capitalino, se enfocaron en rechazar que un tercer candidato fuera de Nueva Izquierda y exigían una definición pronta».
Pero López Obrador tumbó el proyecto negociador: «Alejandro Encinas adelantó la posibilidad de otro rumbo, cuando dijo que asumiría lo que ahí se decidiera y que era tiempo de ser congruente. Durante su intervención, López Obrador dijo que estaba cancelado cualquier camino legal. Que no se podría cambiar el nombre de Brugada en las boletas y que tampoco podría declinar un candidato de otro partido para que ella asumiera. El ex candidato presidencial no mencionó nunca la posibilidad de que se apoyara a otro candidato del PRD. Fue entonces cuando planteó a los asistentes al mitin que podría llegar Brugada si todos apoyaban al candidato del PT, Rafael Acosta, éste se comprometía a renunciar y luego el Jefe de Gobierno la proponía a la Asamblea Legislativa como su sustituta».
Reforma concluye diciendo que «Las fuentes consultadas indicaron que cuando AMLO hizo tal convocatoria y la puso a votación, todo el acuerdo se vino abajo, pues antes de la concentración las pláticas ni estaban rotas ni se había debatido qué camino tomar».
En resumidas cuentas, AMLO rechazó negociar en lo oscurito y de cara a la gente que lo escuchaba propuso una estrategia distinta que fue totalmente apoyada por miles de ciudadanos en la principal plaza pública de Iztapalapa.