Por: Erich Moncada / Radiobemba FM
Publicado: June 11, 2009
Contingente – Foto: Pako Tapia
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Testimonios, consignas y crónica transmitida en vivo en Radiobemba
«La sociedad hermosillense no suele manifestarse en la calle con frecuencia. Pero este día entre 7 mil y 8 mil personas de todas las edades y clases sociales abarrotaron las avenidas con una sola exigencia: Justicia. Podría equivocarme, pero esta se ha convertido en la marcha más concurrida en la historia de la entidad»… así inicia, la crónica de Erich Moncada a cerca de la «Marcha Silenciosa», la marcha del dolor e indignación, que se convirtieron en clamor de justicia…
Crónica de la marcha silenciosa en Hermosillo
Erich Moncada
Día de Publicación: 2009-06-11
La sociedad hermosillense no suele manifestarse en la calle con frecuencia. Pero este día entre 7 mil y 8 mil personas de todas las edades y clases sociales abarrotaron las avenidas con una sola exigencia: Justicia. Podría equivocarme, pero esta se ha convertido en la marcha más concurrida en la historia de la entidad.
A las seis de la tarde inició la marcha silenciosa en solidaridad con las víctimas de la guardería ABC. Fue una caminata de diez kilómetros bajo un calor abrazador aunque tolerable. Dos mil personas avanzaron desde la guardería ABC, ubicada en la colonia Y Griega, ocupando los cuatro carriles del Periférico Sur hacia el Boulevard Vildósola. El volumen de asistentes aumentaba conforme la masa se aproximaba al centro de la ciudad.
En mantas y pancartas se expresaban leyendas como “IMSS, exigimos guarderías seguras”, “las irregularidad es obvia, tus pretextos ofenden”, “alto al lucro corrupto que cobran vidas inocentes”, “no queremos que politicen nuestro sufrimiento, exijamos soluciones” y “alto a la política asistencial del Estado mexicano”.
La mayoría de los asistentes eran mujeres con sus familias, profesionistas y estudiantes. Caminaban en silencio, con el rostro duro, de hartazgo, ante la mirada solidaria de vecinos y transeúntes. Muchos vestían de blanco, otros pocos llevaban globos blancos o veladoras. Los familiares llevaban en lo alto o abrazaban las fotografías de sus hijos fallecidos.
Me encontré con un ciudadano estadounidense que llevaba una pancarta que decia “Katrina / Bush, ABC / Bours”. Originario de Illinois y residente de Hermosillo, el hombre dijo haberse enterado por Internet del incendio en la guardería. “Pienso que hay muchas similitudes entre lo que pasó en Nuevo Orleans con Katrina y lo que pasó aquí con los niños. En Estados Unidos y en México hay corrupción en el gobierno”.
La caminata alcanzó su punto máximo al pasar por la Casa de la Cultura. Se hicieron paradas breves frente a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia y la clínica 37 del Seguro Social.
Como el movimiento no contaba con un liderazgo formal se presentó mucha desorganización, cuando a la altura de las calles Encinas y Paliza se separó un contingente rumbo al Palacio de Gobierno, mientras que la mayoría siguió hasta las escalinatas del museo de la Universidad de Sonora, sobre la calle Rosales. Creo que esto se debió a que el mismo día de la marcha hubo dos convocatorias: una que partiría a las 5 desde ABC hasta el Palacio; otra promovida por muchos blogueros y la página oficial del movimiento (http://www.angelesenespera.org), convocada a las 6 de la tarde, desde ABC hasta la clínica del IMSS.
Hubo comentarios de que una señora Bárbara Gutiérrez, líder vecinal que solía ser del PRD y actualmente milita en PRI, fustigó a los asistentes a no pasar por las oficinas de gobierno. Algunos asistentes señalaron que la CTM manipuló la marcha para desviar la ira ciudadana en contra del gobierno estatal.
El contingente de mil personas se aglutinó en las puertas del Palacio de Gobierno y rompió con el silencio de la marcha. A gritos se exigía la presencia y la renuncia inmediata del gobernador Eduardo Bours. “¡Asesinos, asesinos!”, exclamaba agresiva la muchedumbre. No se presentaron conatos de violencia.
Pero una mujer a que entrevisté aseguró haber visto a personas sospechosas tratando de caldear los ánimos:
“Veníamos en la fila y venían tres políticos. Me imagino eran del PRI porque a uno le hablaron por el celular, y le preguntaron cuántos eran, ‘son como trescientos, hagan relajo’ dijo”.
Otra señora comentó: “Era un tal diputado Villaseñor. Entonces yo también escuché que le dijo, ‘son trescientos hagan relajo’. Pero yo no sabía de qué se trataba. Entonces veníamos escuchando la (Radio) Bemba y entonces nos enteramos de que eso se trataba y que era el relajo para cuando llegara la gente al Palacio”.
Poco antes de las ocho de la noche el grueso de las personas se aglomeraron en las escalinatas del museo de la UNISON y media hora después seguía arribando gente. Los ánimos rompieron el relativo silencio que había prevalecido. La masa reclamó: “todos los niños a Sacramento, (California)”, “cárcel a los socios (del IMSS)”, “justicia sin color” y “fuera Bours y sus negocios”. Algunos oportunistas, como la señora Gutiérrez, fueron abucheados por los marchantes cuando se convirtieron en figuras visibles. También los medios de comunicación se llevaron su buena dosis de repudio, en especial los camarógrafos de Telemax. “Información verídica de los medios”, exigieron los presentes. También abundaron los llamados a la abstención o al voto nulo en las elecciones del 5 de julio.
Uno de los organizadores y me comentó que verían con buenos ojos que se replicara la manifestación en la Ciudad de México o en otros puntos del país, aunque ellos no tienen pensado en hacerlo.
Se equivoca quien piensa que los capitalinos son recatados y conservadores; hay un número nada despreciable de ciudadanos informados y politizados. Al menos en los últimos diez años, Hermosillo ha dado muestras de movilizaciones concurridas. El sociólogo Benjamín Alonso Rascón, estudioso de los movimientos sociales, recuerda algunas protestas ciudadanas en febrero y marzo de 2003 en contra de la invasión estadounidense a Irak. Otras, menos abultadas pero relevantes se dieron por motivos nacionales: En 2005 contra del desafuero de AMLO, en 2006 por el conflicto de Oaxaca, en 2007 la Marcha de la Tortilla de 2007, o el movimiento en solidaridad con los defensores del parque Villa de Séris de 2008.
La participación rebasó las expectativas y exhibió un alto grado de civilidad de los hermosillenses, quienes nos volveremos a reunir para demandar justicia y castigo a los responsables este sábado 13 de junio.
Testimonios:
Mercedes, ama de casa: “Estoy aquí por la impotencia. Por el dolor ajeno. Porque gracias a Dios en la familia no pasó nada. Lo único que quisiera es que encuentren al culpable. ¿Quién fue el culpable? El que no tuvo cuidado de que la guardería tuviera un techo de vaciado. Las autoridades saben quién es el culpable”.
Cármen Valdez, sicóloga: “Vengo a protestar por los asesinatos, por la imprudencia, por la negligencia, por la falta de justicia. Son cinco días y no hay detenidos. Que las madres y los padres tengan un espacio seguro donde dejar a sus hijos. Instituciones que nos garanticen nuestros derechos. Y justicia por supuesto”.
Gisela Carvallo, investigadora del CIAD: “Vengo a esta marcha por indignación. Le exigiría a las autoridades que lleguen hasta las últimas consecuencias y que hagan justicia. Así como dijo el gobernador Eduardo Bours, que no iba a proteger a nadie y que realmente lo haga. Que no estén diciendo que (la guardería) cubre todas las normas porque es obvio que no había salidas de seguridad. Ofenden con los pretextos que están poniendo de que todo estaba bien cuando se ve que no era así”.
Guillermo Noriega, director de Sonora Ciudadana: “Pido que se acabe la impunidad en el país, que se acaben los influyentismos. Que la sociedad despierte, que se de cuenta que gobernar no es un juego, que elegir gobernantes no es un juego. Que ser gobernador no quiere decir que puedas andar en cabalgatas. Más les vale que haya justicia en este caso”.
Ramsés Chaires, promotor cultural: “Me trae a esta manifestación la fuerza, la unión. El silencio cura. Vengo a solidarizarme con los deudos y con la memoria de los niños. No tengo relación de sangre con alguno de los familiares afectados, pero todos somos hermanos en esta tierra y me compete, como humano me interesa”.
Beatriz Salas, publicista: “Vengo a exigir los derechos que tenemos los hermosillenses de que se resuelva esto, de que no vuelva a pasar. Y sobre todo que el IMSS cumpla con las condiciones que deben tener las instituciones y más porque pagamos impuestos para que se realicen. Confío en que habrá justicia en este caso y si no, pues vamos a seguir manifestándonos”.
Gustavo Lorenzana, profesor universitario: “Estoy aquí en apoyo y en respaldo de las familias que perdieron a sus seres queridos. Pero también para manifestar mi molestia, mi enojo por este sistema que tenemos durante décadas, donde se ha dado el desmantelamiento del Estado de bienestar a costa precisamente de los que menos tienen. Mi exigencia es que se castigue a los culpables, no es necesaria tanta investigación. Las pruebas que se han presentado demuestran totalmente que era un lugar inseguro para los niños. Que se actúe con prontitud para que no se permita que pasando el tiempo se le eche tierra al asunto. Tienen que castigar a los culpables”.
Josué Barrera: Me trae a esta manifestación la injusticia, la negligencia que se vivió el viernes pasado. Yo creo que se deben esclarecer los hechos, el esclarecer qué fue lo que pasó ese día y deslindar responsabilidades. Y ya terminar con esta corrupción, con esta negligencia, con este tráfico de influencias, con este clientelismo por parte de la clase gobernante.
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